A mi me parece fantasioso esperar normalidad de Argentina. Me parece fantasioso esperar movimientos calculados. Me parece fantasioso pensar que en este país alguien programa en el largo plazo. El hoy es solo un resultado del ayer.
Mi viejo por ser antiperonista cuando hizo la colimba lo tuvieron dos años en un foso en el tiro federal, y por el odio irracional que les tiene a los militares me parece que debe haber sufrido vejaciones diversas.
En los setentas cuando yo era un niño los "jovenes maravillosos" decidieron secuestrarlo para hacer caja, siendo su único merito el ser el dueño de una pyme, productor agropecuraio ni muy grande ni muy chico. Viviamos en el campo, los tipos lo entraron a buscar una noche y se equivocaron de entrada. El tipo del puesto al que llegaron estuvo aterrorizado por bastante tiempo. Todos vivimos bastante aterrorizados por bastante tiempo.
Despues todo eso pasó, pero pegó el versito, y aunque sos el unico privado en una provincia pobre que labura tratando de producir algo y de generar laburo la politica de diversas orientaciones se turna para señalarte como "el rico de mierda" porque es redituable con la gente, es casi un versito simpatico.
Normalidad? Si no me hubieran educado mis viejos yo creo que mataría un montón de gente.
Mi abuelo era empleado de La Prensa hasta que la expropió Perón y el simpático sindicato de "canillitas".
ReplyDeletePor ser ex-empleado de La Prensa, un operario, figuraba en una lista negra y tuvo que conseguir trabajo con nombre falso.
Se trata del país perro del hortelano, sin dudas, un país de resentidos.
Y, como es lógico, ahora tenemos dignos representantes de los resentidos en el poder.
Blogo, es cierto pero tambien hay que admitir que es un pais que maltrata mucho, eso es lo que quería mostrar. Pero por qué?
ReplyDeleteYo creo que sobre todo por lo acomodaticio del argentino. Nadie habla de algo meintras le podría complicar la vida, cuando lo puede hacer sin problema se vuelve el paladin de la justicia.
Nadie se compromete a cambiar realemnte, solo se calla hasta que los vientos soplan faciles, y ahi sale el rencor, la venganza a o lo que sea.
La mayoría n o se quejó cuando los milicos se cepillaban gente sospechosa, hoy a todos les parece terrible. Lo de los Kirchner es igual, durante gobiernos militares se dedicaban (y bien) a sus cosas y ahora de golpe son los defensores maximos de los derechos humanos.
La gente que la paga en este pais es la que es coherente, la que dice lo que piensa claramente y sostiene sus ideas, todos lo odian, de todos lados.
Un excelente ejemplo de lo opuesto no hay que buscarlo lejos, está en Uruguay.
ReplyDeleteEn la tierra donde la irracionalidad es la normalidad, la gente de bien la paga bien pagado.
ReplyDeleteAsí nos va.
Simplemente Max, me pongo de pié para re-leerlo nuevamente.
ReplyDeleteExcelente.
Un abrazo
Hubo un período de relativa racionalidad y de suma tolerancia, que fue la denostada época de Menem. Además de las privatizaciones y las desregulaciones -malgrado sus errores o improlijidades, era mejor que no hacerlo nunca- en lo extraeconómico nos brindó una actitud abierta a las críticas nunca vista hasta entonces (quizás con la excepción de Illia), y el deseo -acaso fútil, en vista de lo ocurrido posteriormente- de que se olvidara el pasado y los argentinos mirásemos hacia adelante. Con sus errores y sus vicios, durante los diez años de Menem no se escuchó de los labios del presidente ninguna palabra de odio. Indultó a militares. ¡Qué espanto! dice la progresía bienpensante, que no experimenta idéntico horror con los indultos a Bonasso, Firmenich y compañía ni el indulto a Gorriarán Merlo de Duhalde e ignora u oculta que la mayoría de los montoneros que actualmente ocupan prominentes posiciones en el gobierno fueron beneficiados en aquellos tiempos con cargos públicos. Muy pocos de los beneficiarios consideraron un deber esbozar ni una tímida defensa de su benefactor.
ReplyDeleteYa sé que es políticamente incorrecto rescatar lo positivo de Menem -los liberales "pulcros" también toman distancia, algunos por convicciones, otros por oportunismo; yo fui uno de esos ingenuos que siempre estaba buscando los aspectos negativos o "antiestéticos" de sus políticas y de su personalidad, y creyendo en la sinceridad de Verbitsky cuando se alarmaba por la inseguridad jurídica- pero fue, por lejos, el lapso en que los argentinos gozamos de mayor tolerancia y libertades -económicas y extraeconómicas- en los últimos 50 años.
Mirando desde afuera y ex post, es fácil criticar lo que se hizo o se dejó de hacer. ¿Cuántos de los agudos y tardíos críticos tuvieron responsabilidades de gobierno? Muy pocos. ¿Les daría el pinet como gobernantes?
También De la Rúa era un hombre democrático, pero que quiso combinar lo imposible en Argentina: cierto progresismo "a la europea" con el mantenimiento de la convertibilidad y las privatizaciones. En medio de un contexto internacional desfavorable (dólar fuerte y materias primas en baja, devaluación del real, tasas de interés más altas) y sometido al sabotaje sistemático del peronismo duhaldista, el alfonsinismo y la izquierda de la propia alianza, terminó cayendo. El marxismo argentino tiene muy claro que diciembre de 2001 es una fecha fundacional (se fundó la Argentina filosocialista y decadente), y por eso la rememora como si la pueblada orquestada fuera una gesta épica, y no una tragedia para el país.
Hoy, el fiel de la balanza está tan inclinado a la izquierda que cuando Guelar (ex "cuadro" combatiente, según el libro de Viviana Gorbato, "Montoneros, soldados de Menem") pretendió una amnistía desde el PRO, en su mismo partido descalificaron la iniciativa, para no irritar la sensible epidermis de la progresía.
Es cierto Max. Se hace muy difícil conservar la línea civilizada y racional, da ganas de agarrar una cadena y una barreta y salir a romper todo. Esta gente repulsiva logró recrear todo lo peor de nuestra historia reciente con el único fin de construir poder para robar.
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