No sé cómo lo ven ustedes, yo creo que el rechazo del pliego del presidente del banco central puesto por Kirchner es un palazo tremendo, impensable hasta hace unos meses.
¿Quiere decir que, de contar con la voluntad política, la oposición podría dar vuelta varias de las medidas que tomó el régimen?
La voluntad política es una cosa, pero la realidad es que la oposición no deja de ser una bolsa de gatos, como lo estamos viendo ahora.
ReplyDeleteHay consenso entre ellos (ma non troppo, basta con ver los diarios y las catfights de todos los días) sobre la necesidad de desmontar el aparato de anal-probing institucional que montaron los Kirchner. Además de cortarle la cabeza a Marcó del Pont, están yendo por la ONCCA y el Consejo de la Magistratura. Algo es algo.
El gran tema es que ese consenso no da para más en el campo económico, más allá de un tinte generalmente favorable al campo y a garantizar la seguridad jurídica. Insistir con algo más concreto y por tanto divisivo es hacerle el caldo gordo a la parejita perversa.
También existe conciencia de que hay un manejo catastrófico de la economía que tiene que terminarse, por más que esa conciencia no abarque todo lo que sabemos que está mal.
Específicamente, el nivel y composición del gasto público, en particular en el área de subsidios a las tarifas. Se sabe lo que se viene y se lo quiere desmontar antes de que le explote al siguiente gobierno.
El tema es que la oposición quiere que sean los Kirchner los que le den a la economía una dosis de Hepatalgina que tal vez caiga como la shell de la she-parrot en términos de popularidad, pero los K nunca les van a dar el gusto de dejarles medio saneadas las cosas antes de irse.
Van a ser años moviditos.
Dejo más, que lo acabo de leer en la nota de Pagni de hoy en La Nación (¿será otro de esos casos que cuando lo dicen en El Opinador pasan los cardos rusos, pero cuando lo menciona Pagni le hacen un show aéreo de los Blue Angels?)
ReplyDelete"Además de estas fracturas, en el Congreso el matrimonio atesora otro activo: la secreta solidaridad conceptual de muchos de quienes se les oponen. Ya se comprobó con la confiscación de los ahorros jubilatorios, la estatización de Aerolíneas o la ley de medios: si no tuvieron más votos fue porque quienes promueven esas iniciativas registran un 64% de desprestigio. Parte del poder de los Kirchner se asienta sobre el consenso precapitalista de una porción relevante de la clase política argentina."
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1242133&origen=NLPol
Salute!