No, Doña, no es el Garrahan
Otra vez se vuelve a hablar de la crisis de las listas de espera en el sistema de salud de Québec, para las urgencias, la atención en general, cirugías, exámenes y otros procedimientos médicos.
Me hace gracia porque siguen hablando como si se tratara de un fenómeno anormal en lugar del estado natural del sistema prácticamente desde que existe.
Ayer en una entrevista le preguntaron al presidente del colegio de médicos de la provincia qué hace falta para solucionar los problemas del sistema y su respuesta fue muy clara, concreta y, sobre todas las cosas, honesta: un milagro.
Como ya comenté varias veces por acá, las listas de espera siguen alargándose cada año, a pesar de que el sistema ya es el mayor ítem de gasto del presupuesto de la provincia y se agranda cada año.
Como estableció la Corte Suprema de Canadá en 2005, acceso a una lista de espera NO equivale a acceso a la atención de la salud, destruyendo de un plumazo la fantasía a la que suelen apelar los defensores del sistema de que se trata de “cobertura universal”.
No me canso de repetirlo, creo que hay que seguir machacando sobre el tema. Repitan comigo:
Sólo hay dos maneras de asignar recursos, por precios o por escasez. Los sistemas socializados eliminan o distorsionan el sistema de precios. La única opción que les queda es el racionamiento. Es el mismo motivo por el que en la Cuba y Corea del Norte actual y en la ex Unión Soviética y los países del este europeo había que hacer cola de 8 horas para comprar un rollo de papel higiénico.
La salud NO es un derecho. La salud no crece en los árboles. Para que exista alguien tiene que producirla. Si yo tengo derecho a la salud, alguien tiene la obligación de proporcionármela: médicos, enfermeras, técnicos, compañías farmacéuticas, etc.
La cooperación voluntaria entre millones de personas es una manera infinitamente más eficiente de asignar recursos que la planificación centralizada a cargo de funcionarios iluminados.
La magia NO existe. La multiplicación de los panes es mejor dejársela a Cristo. Es absolutamente disparatado creer que el estado va a ser capaz de proporcionar más y mejor cobertura a un mayor número de personas por un costo menor que el mercado.
Que post! Copy and paste, directo a un documento de texto.
ReplyDeleteMuy bueno en serio.
Cuando sea obligatorio escribir el deber correspondiente al aldo de cada derecho, seguro que los derechos disminuyen dramáticamente
ReplyDeleteGracias, Gastón, siempre tan amable.
ReplyDeleteque grande Luis!
ReplyDeleteGracias, papi!
ReplyDelete