Otro final clásico de una iniciativa de ingeniería social.
Después de toda la manija que le dieron al recambio de los focos incandescentes tradicionales por los de bajo consumo CFL, ahora hay estudios que indican que el resultado es un aumento neto del consumo de energía.
Como los CFL consumen menos, la gente suele dejarlos prendidos más tiempo.
Algo similar pasa con la moda de prohibir las bolsas de plástico de las compras en los supermercados. Ahora la gente consume más bolsas de plástico para la basura, que son peores para el medioambiente que las de las compras.
Por qué nadie habla del mercurio y los focos de bajo consumo?
ReplyDeleteNo queda fashion, old lady.
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