Apr 27, 2010

Dejen de comprar buzones

Si en Argentina por lo menos hubiera un consenso sobre el hecho de que no hay salida posible de la miseria y del atraso sin mayores ingresos por habitante, se podría pasar a debatir cuál es la mejor manera de lograrlo.

Ayer me quedé pensando en lo que dice Carlos Mira. Creo que explicado en estos términos le queda más claro a mucha más gente:

La Argentina necesitaría inversiones por un tercio de su producto para salir de la postración, de la pobreza, de las villas miseria, de la pauperización de la existencia, del clientelismo, de los cerebros limados por la droga y la falta de horizontes. Eso es igual a 100 mil millones de dólares aproximadamente, ¿quién va a ponerlos en un país en donde no es seguro caminar por la calle, en donde el derecho de propiedad no esta garantizado, en donde se sancionan leyes retroactivas, en donde muchedumbres para oficiales planean escrachar al Vicepresidenta en la Capital y enfrente de su domicilio particular en Mendoza, en donde el lenguaje del apriete torna cotidiano lo que en otros países se consideraría tenebroso? ¿Quién atornillaría semejante fortuna para quedar preso de personajes como Moyano, Moreno, Bonafini, D’Elia? ¿Quién llegaría a un país en donde la Presidenta llama “croupier” al Vicepresidenta?

Honestamente no sé si el país necesita inversiones por un tercio, por la mitad o el total de su producto, es irrelevante. Pero el país necesita inversiones. El nivel de los salarios de una economía depende de la tasa de capitalización, y la tasa de capitalización está dada por el nivel de inversión.

En un país como Argentina, inversión es necesariamente sinónimo de inversión extranjera. Los argentinos sencillamente no tienen capital suficiente para invertir lo que el país necesita.

Todo lo que contribuye a atraer inversiones contribuye directamente a sacar de la miseria a millones de argentinos. Todo lo que contribuye a espantar inversiones contribuye directamente a condenar a la miseria a millones de argentinos.

Todo lo demás es verso para la perrada enardecida.

6 comments:

  1. Olvídense de inversiones. Además de lo que menciona Mira como obstáculo, aparece uno nuevo: el eco-boludismo, que se traduce en: no a la minería, no a los agroquímicos, no a los transgénicos, no a la forestación artificial, no a los desmontes,no a las plantas de celulosa, no a la energía atómica, no a la construcción de edificios torre. El paradigma económico-social de la nueva Argentina es:tallercito, siesta, mate, asadito dominguero y fulbo gratarola.

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  2. Exacto, anónimo. Los argentinos siguen creyendo que es perfectamente posible tener la productividad de Bolivia y el nivel de vida de EEUU.

    Muy complicado. Estamos lidiando con una tara mental.

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  3. En la tele recien vi a una horda de encapuchados (con kefiyah palestina), armados con garrotes, golpeando las rejas de los tribunales de Comodoro Py.

    Ponele un monolito a la escena y tenías el principio de 2001.

    Inversiones ? Cuando por TV ves a gente que actúa en un nivel de manada proto-humana ?

    Es como pretender seguridad jurídica en Gaza o Zimbabwe.

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  4. Alfredo, es muy triste. Pero el problema es más grave. En Argentina mucha gente ni siquiera entiende que no es posible salir de la miseria sin mayores ingresos.

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  5. Coincido con todos, pero entré para decirte Louis, que más allá de que tenés razón que Argentina necesita toda la inversión extranjera directa que sea posible, el caso es que, gracias a todo lo expuesto, la inversión de los propios argentinos huye del país.
    Los que tienen mucho en cuentas en el exterior, los que tienen aunque no tanto, en dólares, euros u oro en lingotes en cajas de seguridad y los más rascas, dólares en el colchón. Fijate que pese al superavit comercial monumental de los últimos años (gracias al precio también monumental de nustros productos de exportación) las famosas reservas crecen muy poco. Es decir hay fuga permanente de capitales, la mayoría vernáculos en la forma descripta más arriba. Lamentable e inevitable mientras el populismo distribucionista permanezca en la mente de tantos en este país.

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