Lo primero que hago es diferenciar entre los ambientalistas racionales (o moderados) y la variedad delirante.
Los racionales son los que se preocupan por la protección del medioambiente porque saben que cualquier problema con el medioambiente puede afectar a los seres humanos. Entienden que las cosas – incluida la existencia – no tienen valor en abstracto, sino porque se lo asignan las personas.
Los delirantes, los fundamentalistas ambientales, son los que consideran que el medioambiente (ellos lo escriben con mayúsculas) tiene vida propia y merece ser protegido por mérito propio. Consideran que las personas son un cáncer que ataca a tan delicado y bello organismo y que lo mejor que puede pasar es que desaparezcan.
A los primeros los tolero. A nadie le gusta vivir en un chiquero.
Los segundos son muy peligrosos. No digo que vayan a hacerlo, pero tienen todos los elementos (mesianismo, utopismo, fundamentalismo, etc.) para que la cosa termine en una de las tantas hecatombes que suelen consumir a estos experimentos colectivistas.
El problema es que los fundamentalistas son una plaga y contagian al resto muy efectivamente. Tienen que hacerlo bien porque si no es así pierden su sustento (subsidios, becas y demás gracias estatales). Obvio que el común de los mortales tampoco están inmunizados, les falta la vacuna del pensamiento lógico.
ReplyDeleteSi no me creen les dejo una muestra de mis comprovincianos, vean los comentarios...
http://www.lagaceta.com.ar/nota/375247/Informacion_General/¿Que_regalarias_Tierra_su_cumpleaños?.html
Disculpen: la direccion exacta es la que sigue
ReplyDeletehttp://www.lagaceta.com.ar/nota/375247
/Informacion_General/¿Que_regalarias_Tierra
_su_cumpleaños?.html
¿Exagero si digo que siguiendo esa línea argumental se pueden justificar las mayores atrocidades?
ReplyDeleteComo, las mojarritas no van al cielo?
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