Lo único que tenía en común con el actual es el nombre y el ámbito geográfico.
¿Qué tiene que ver la Argentina del progreso, de la modernidad, elegida por millones de inmigrantes de todo el mundo de esos años con la villa miseria antimodernidad actual?
yo me cortaba el pelo los primeros lunes de cada mes cuando mi vieja iba a pagar la cuota de los electrodomesticos
ReplyDeleteSí, lo contaste alguna vez, qué nivel.
ReplyDeleteCreo, Luis, que aquel país tenía bastante en común con éste en lo estructural, y por eso ahora llegamos a éste estado actual.
ReplyDeleteLas provincias se manejaban a control remoto desde Buenos Aires, los gobiernos centrales se manejaban mayormente como si fueran monarquías electivas, se dejó crecer al nacionalismo mas arcaizante que se pueda imaginar, que imaginó al país como una isla de progreso impulsada por Dios, la Naturaleza, y al elusivo Pueblo Argentino como una entidad privilegiada sobre el resto de los países.
Todo lo que vino después es producto de aquel país. Si aquel país hubiera sido tan bueno y sus ideas hubieran estado tan extendidas no tendríamos el presente actual de miseria intelectual.
Es triste, pero es así. Engañarse con otra historia es caer en el eterno decadentismo que caracteriza a lo análisis de la realidad argentina.
Yo creo que Armando Ribas tiene razón cuando dice que el único país en la región que puede hablar de decadencia es Argentina, porque fue el único que alguna vez llegó a algo.
ReplyDeleteYa no lo creo. La visión decadentista ya estaba presente en tiempos de Rosas. Es la costumbre de decir que antes la cosa era mejor... fijate que para los K lo mejor eran los setenta.
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