Enrique Szewach te explica que para superar el fracaso del Bicentenario hace falta ser “eficiente y progresista, en el buen sentido de la palabra”.
¿Alguien me explica qué significa ser “progresista en el buen sentido de la palabra”?
¿No querían una patria progresista? Acá la tienen.
Me gustó el cierre:
Termino con un diálogo imaginario entre un ciudadano porteño del primer centenario y un ciudadano de hoy.
—¿Qué están haciendo para los festejos del Bicentenario? –pregunta el de 1910.
—Estamos reabriendo el Teatro Colón –responde orgulloso el ciudadano de hoy.
—¡Pero si nosotros lo inauguramos en 1908! –exclama asombrado el imaginario porteño de 1910. El de 2010 baja la cabeza, avergonzado. Telón.
A un progresista le gusta el progreso de la humanidad. El progreso de la humanidad es producto del trabajo intelectual de los individuos. La sociedad en su conjunto se beneficia de los exitosos (en cada uno de los campos en que estos individuos actúan) y solamente hay exitosos si cada uno siente que es dueño sus actos, puede disfrutar de sus éxitos y hacerse cargo de sus fracasos. Esto es si estamos en una sociedad libre, en todo el amplísimo sentido del término. La izquierda, nacionalista, intervencionista, fascista no tiene nada de progresista, es un pseudo progresismo que ha degradado la palabra y confundido a mucha gente.
ReplyDeleteMIguel, yo solo te corregiría que la sociedad se beneficia del trabajo, intelectual y de cualquier otro tipo, de los individuos. Pero como vos decis, el mejor trabajo solo nace cuando el que trabaja es dueño de los resultados.
ReplyDeleteY eso que lo del Colón fue lo mejorcito de todo.
ReplyDeleteLo único de nivel para el festejo de un bicentenario.
Lo demás una berretada decadente y tendenciosa con gente desfilando como zombies en un triste corso. Pan y circo (pero sin pan).
Miguel, el progresismo es anti progreso.
ReplyDelete