Qué momento:
Si le creemos a Mao Yushi, el único economista de Beijing en que se puede confiar (la prueba: se encuentra bajo vigilancia policial) es inevitable que estalle la burbuja especulativa inmobiliaria en China. Se estima que un tercio de los espacios de oficinas están vacíos en las torres que fascinan a los visitantes felices en Beijing y Shangai. Los edificios de departamentos tienen mayor ocupación, pero son igualmente demasiados para la población solvente, la nueva clase media. Además, los alquileres de oficinas y viviendas están muy por debajo de lo que exigiría el capital invertido.
¿Cómo se explica esta burbuja inmobiliaria?
La nueva clase media china - que se estima en doscientos millones de personas – ahorra enormemente, alrededor del 40% de sus ingresos. Este ahorro se destina a financiar la educación de sus hijos, la salud y otros riesgos, ya que el estado no proporciona ningún servicio social. Los chinos no son culturalmente ahorrativos, aportan espontáneamente a los servicios colectivos, los que en Occidente se pagan con impuestos: comparen 40% de ahorro espontáneo frente al 50% de las exacciones públicas en Francia.
Pero, ¿dónde colocar el 40% de ahorro?
Los chinos no tienen demasiadas opciones. La bolsa de Shangai ha arruinado en diversas oportunidades a los que creyeron en ella. Las inversiones en el extranjero, incluyendo Hong Kong, están prohibidas a los ciudadanos de a pie, ya que la moneda nacional, el yuan, no es convertible. Por lo tanto, los que tienen ingresos limitados depositan su dinero en los bancos nacionales que pagan intereses de alrededor de 1%, por debajo del incremento de los precios. Estos fondos son prestados al estado que puede de esa manera mejorar la infraestructura gigantesca que conocemos: aeropuertos, autopistas, estadios olímpicos (abandonados). Aquellos que disponen de ingresos más importantes y no desean ser engañados por los bancos y el Partido, invierten por lo tanto en el sector inmobiliario: la única inversión privada posible de hecho. De donde surge el abuso de la construcción y la inflación de los precios. Mao Yushi no prevé ninguna otra cuestión que el estallido de la dicha burbuja especulativa.
Será la ruina de las clases medias, que podrían volverse en contra de las autoridades políticas. Las consecuencias sobre el empleo serían dramáticas, ya que el sector inmobiliario, entre constructores y proveedores, emplea a cerca de cien millones de personas. Los bancos chinos, a diferencia de lo que ocurrió en Occidente, serían poco afectados porque el sector inmobiliario es financiado en un 60% por los ahorros personales y el saldo a crédito: por lo tanto los bancos recuperarían a buen precio los inmuebles desvalorizados.
Cuando uno le pregunta a Mao Yushi cuáles son los principales riesgos para la sociedad china, menciona dos: el estallido de la burbuja inmobiliaria y el desempleo de los jóvenes graduados. Más de seis millones de graduados cada año, tres años más tarde, la mitad todavía no han encontrado un puesto de trabajo debido a que la economía china, el taller del mundo, no genera suficientes empleos calificados para reclutar todo ese talento.
Mao Yushi, con cincuenta años de carrera, rara vez se equivoca. Cuando China se despierte, bien podría hacerlo de mal humor.
A años luz de eso, en Argentina sucede algo similar. La tasa de interés real es tan negativa y el plazo fijo tiene tan mala fama, la gente no tiene tradición bursatil, los bonos de un defaultedor serial son poco atractivos... que la gente que tiene dinero ahorrado (hablamos de más de USD 100.000) lo vuelca al sector inmobiliario.
ReplyDeleteRecién lo hablábamos con La Opinadora, muy parecido a lo que pasa en Argentina, que la gente que puede ahorra en departamentos.
ReplyDeleteMuchos creen que solo puede haber burbuja inmobiliaria solo cuando la gente está apalancada con créditos. Pero eso no es así, sin crédito, con capital propio también hay burbujas, será más chica pero burbuja al fin. Siempre que se invierte de más en un sector, la renta sobre el capital invertido tiende a cero, la gente quiere vender para invertir en otra cosa, nadie compra y se hunden los precios.
ReplyDeleteQue mal momento Don Niembro!
ReplyDeleteno es casualidad que el argento promedio no tenga experiencia en invertir en todo aquello que esté palpable y a mano.
ReplyDeletemiren como se devaluó la moneda desde la estatización del banco central allá por 1946
Valor del peso en dolares
si una persona de 1930 quisiera ahorrar y esperar para comprarse hoy una coca cola, tendría que haber juntado el equivalente a 39 trillones de cocacolas de 1930!!!
ahhhhhhhhhh
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De quenotepisen.net
75 años del fraude mejor disimulado
Hoy se cumple el 75º aniversario de la apertura del Banco Central de la República Argentina.
A lo largo de su existencia, como la mayoría de los entes estatales, el Banco Central se caracterizó por no cumplir la función para la cual supuestamente fue creado. El primer párrafo de su Carta Orgánica reza:
"El Banco Central de la República Argentina es una entidad autárquica del estado nacional, cuya misión primaria y fundamental es preservar el valor de la moneda."
si, pero hace falta todavía devaluar un poquito más para esta vez sí ser competitivos.
ReplyDeleteComparto lo que dice Rothbard sobre el boom inmobiliario en Argentina.
ReplyDeleteUn problema adicional que (al menos aquí) enfrentan los inversores en inmuebles (y que muchos no advierten hasta que quieren salir) es que el costo de entrada y salida de esa inversión es del orden del 15% del monto invertido. Si la inversión no aumenta en dólares en ese período más que ese 15%, perdieron capital, y solo le queda el recurso de alquilarla para cubrir los costos de mantenimiento mientras esperan el momento para venderla. Que puede suceder tras varios años.
Pablo
Pablo, me parece que, como en China, muchos argentinos no tienen otra opción de inversión.
ReplyDeleteEs cierto, Louis. Pero muchos de los que invierten en inmuebles en Argentina lo hacen con una parte de su patrimonio líquido, y pueden y hacen también inversiones offshore. Y muchos otros que no tienen otra opción de inversión no tuvieron en cuenta (no le explicaron) los costos de entrada/salida, para evaluar si no les convenía mantener sus dólares en caja.
ReplyDeleteLa cuestión es que todos los inversores en inmuebles creyeron que los precios subirían permanentemente, o por lo menos durante el plazo de inmoviliación de su capital invertido, y obtendrían rendimientos de 20% en dólares, o más (sin computar los costos totales de entrada/salida).
Pablo
Es así, Pablo. Me imagino que un tipo que tiene 100 mil mangos o más para invertir tiene la opción de sacar la plata del país.
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