Lo peor no son las empresas que cierran sino las que no se crean nunca:
Si sos joven y no sabés qué pasa, y no podés entender por qué te cuesta tanto conseguir un buen trabajo estable en tu país, y que te ofrecen uno mejor pero en otro país, no te dejés engañar. Hay mucha interferencia estatal aquí en las empresas, que se mueren antes de tiempo o nunca nacen, o nacen en otro país con el capital de acá, pues aquí no encuentran las condiciones para operar como en los lugares hacia donde va nuestro ahorro. Aquí, el empresario que llega a ganar dinero es un villano, está mal visto; en esos otros países es un héroe al que hay que premiar y agradecer. Esto es lo que hay que cambiar. Pero si tenemos un diagnóstico opuesto a éste, si creemos que las empresas son un mal necesario, que hay que "apretarlas", que sólo ganan dinero para llevárselo a otros países, y no queremos ver la realidad tal como es, es decir, cómo crecen y ocupan gente en forma permanente las empresas en esas otras naciones (¡incluso con nuestro dinero!), seguiremos en la misma senda que llevamos desde hace 80 años, que ya sabés cuál es y adónde nos está llevando. En un ambiente así, sólo avanzan las empresas prebendistas, que viven de nosotros, que no son las que necesita el país.
Dio perfectamente en la tecla.
ReplyDeleteNo sé cómo le dejan escribir esas cosas a Ferreres en Pravda, se vé que no lo entienden.
ReplyDeleteEl odio a los empresarios tardará decadas en desaparecer aún con un gobierno liberal en el 2011
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