Espero que tenga razón. Y que no se haga cargo del país un clon del Néstor.
Aún si Fraga tiene razón, los argentinos deberían ser concientes de que sacarse a esta gente de encima es sólo el primer paso, el más fácil. Inmediatamente después vendría lo verdaderamente complicado: encontrar los consensos para volver a insertar al país en la normalidad y a los encargados de ponerlo en práctica.
Temita que si duda va a resultar muy complicado. Y no me refiero tanto a la bomba de tiempo política y económica que le deja Kirchner y su banda al próximo gobierno. Lo más grave pasa sin duda por lo cultural. Una sociedad que hace culto del odio y del resentimiento y que en gran medida sigue convencida de que hacer las cosas mal no sólo no está mal sino que está bien.
Todo este episodio no habla muy bien que digamos en los argentinos. Queda demostrado que en el país todavía son posibles las aventuras más disparatadas y que las instituciones de la república son poco más que cartón pintado.
Mucho más importante que sacarse de encima a esta gente es que el país desarrolle el espíritu republicano y las salvaguardas institucionales para que no vuelva a vivir nunca más procesos de este tipo.
En 1983 los argentinos le dijeron “nunca más” a los golpes militares. Me encantaría que en 2011 hagan lo mismo con las aventuras populistas.
Pierde Kirchner. Pero creería que el consenso en contra no es sobre la esencia sino sobre las formas. Que son unos chorros, que son burros, que son mafia, que tienen doble y triple moral, que el tipo es un maníaco, que la mina es una yegua desbocada, etc., ahí más o menos lográs consenso.
ReplyDeletePero creo que la esencia en Argentina sigue siendo mayoritariamente izquierdosa y populista, y si no vas con ese discurso no entrás. Todo el mundo se cuida como de hacerse pis en la cama de decir algo que suene a remotamente no-populista.
Es lo que hay.
JL
Es lo que me temo. Tal vez sea posible encontrar una versión menos delirante y, por lo tanto, más sostenible del populismo.
ReplyDeleteDisiento, Louis. El populismo sólo perdura creciendo en extensión y profundidad, es decir, necesita cada vez más votos, y cubrir más necesidades de más y más gente. Por eso tiende a agigantar la burocracia estatal (partiendo de la ecuación empleado público no calificado = voto cautivo) y sectores dependientes del erario público (subsidio=voto, lo que incrementa el gasto público (y las oportunidades de corrupción, de paso); y para todo eso necesita aumentar la presión impositiva sobre los sectores productivos (el que no tiene posibilidad de trasladarse al exterior)...
ReplyDeletePor su propia lógica e intereses creados durante el régimen , no pueden ir de más a menos populismo, y por eso, en el mejor de los casos, "hacen la plancha" esperando que el próximo gobierno "haga el ajuste"... al que inmediatamante acusarán de "lacayo del FMI, vendepatria, entreguista..." y toda la sarta de adjetivos que tan bien conocemos.
En síntesis, empiezan como una estrella, luego se hacen una gigante roja, terminan explotando como una supernova.... y al final nos dejan el agujero negro...
Andy, espero que tengas razón. Yo tengo mis serias dudas.
ReplyDelete¿El argentino promedio está de acuerdo con terminar con los subsidios, con las distorsiones en la economía, como los controles de precios y salarios, las trabajas al comercio exterior? ¿El argentino promedio demanda un país abierto e integrado al mundo? ¿La idea es terminar con el clientelismo y afianzar un sistema democrático bipartidista sin reelecciones eternas?