Yo sigo insistiendo con que lo de la siesta está más relacionado a una cuestión cultural – productiva que climática.
Tiene que ver con distritos donde un gran porcentaje de la población se dedica a actividades económicas de escasa o nula productividad, como el empleo público.
De hecho, en las provincias con siesta, toda actividad que sube un poco en la escala productiva adopta inmediatamente el horario corrido, como pasa con la construcción y cualquier actividad manufacturera.
Rosenwasser se inclina más por la tesis climática. Mis comentarios le suenan a herejías, reproches improcedentes. Sostiene que con el calor que hace en, por ejemplo, Santiago del Estero en el verano, con una sensación térmica que a menudo llega a los 50 grados, es imposible no paralizar toda actividad humana durante la siesta. De esa manera, queda justificada la ausencia de actividades productivas desde aproximadamente la una a las seis de la tarde. No exagero.
Acota que, además, en Japón hay estudios que demuestran que dormir una siestita después de comer mejora la productividad de los empleados.
Yo sigo creyendo que si realmente fuera así, bastaría con adoptar un horario de invierno y otro de verano, como en España. Ronsenwasser se entusiasma con la posibilidad. Le parece un punto medio justo.
El problema de fondo es que, con una productividad tan baja, nadie busca eficiencias en las actividades productivas.
no es mucho más económico instalar aries acondicionados? la gente trabaja con mayor comodidad Y productividad... además si fuera solo una cuestion de clima, la gente empezaría mucho más temprano: 6 am por ej...
ReplyDeleteEn Santiago el Estero, los empleados públicos (la gran mayoría de la población económicamente activa, por llamarla de alguna manera) suelen trabajar de 7 de la mañana a una de la tarde.
ReplyDeleteRecuerdo que mi primera intervención en este blog fueron algunas consideraciones sobre la tan mentada siesta, en un interesante contrapunto con Louis al respecto. Yo sostuve en esa oportunidad que el factor climático es determinante en la productividad de algunas zonas del país, sobre todo si las actividades se desarrollan en ambientes exteriores, sin importar la actividad; citaba, por ejemplo, la actividad en la construcción (de la que formo parte). Durante la temporada estival suele darse que sobre el filo del mediodía baja notablemente el rendimiento de los operarios y aumenta un poco el riesgo de accidentes por falta de concentración; por eso se prefiere un paréntesis operacional que no necesariamente implica que los tipos se pongan a torrar debajo de un árbol, simplemente toman un poco de aire y luego van a por más; o bien comienzan más temprano.
ReplyDeleteSin embargo, debo reconocer el planteo de Louis en relación al componente cultural, y a las pruebas me remito: Santa Fe no existe entre las 13:30 y las 15:30, durante los 365 días del año. Acá se detiene el universo y no hay ruiseñor que cante ni argumento más relevante que justificar la paralización por su condición de 'Capital política y administrativa del Estado Provincial'...lo cual ya advierte la prevalencia de empleados públicos cuyo horario es de 7 a 13, luego, baidewei. Ni hablemos que la siesta aquí es una herencia ancestral que no ha podido ser erradicada siquiera con las notables mejoras en las condiciones de trabajo, ni con la ventajosa propuesta del horario corrido. Es una mixtura entre la actividad que prevalece y las costumbres; aunque si podría incluir el factor climático cuando tenés 44 °C con 88% de humedad...no hay máquina, dispositivo ni crestiano que aguante la calor...te puedo asegurar que, a veces, puede más que la voluntad de producir.
Francisco, hay lugares del sur de EEUU en donde hace tanto o más calor que en Santiago del Estero y no tienen siesta.
ReplyDeleteLo acepto Louis; inclusive es lo que respondiste en aquella oportunidad. Pero convengamos que estamos comparando situaciones extremas, por algo estamos en el tercero y ellos en el primero...creo entender que la 'siesta' la tomás como un tiempo muerto e improductivo, independientemente si se duerme o no (que no creo que se exceda en más de dos horas reloj y no de 1 a 6). Viéndolo así, ¿no podríamos poner en perspectiva también la escabiada que se mandan lo shanki en el 'after office'? Pregunto esto con cierta ignorancia de mi parte; pero me temo, y corregime por favor si me equivoco, que ambas situaciones tienen casi casi una misma naturaleza.
ReplyDeleteFrancisco, no me queda clara la comparación. ¿Irte a tomar una cerveza después de trabajar afecta la productividad?
ReplyDeleteEl principal problema con el horario no corrido, en versiones extremas como las de Santiago del Estero, es que sólo es compatible con actividades de bajísima o nula productividad.
Ok, te doy la derecha, perdón por la ignorancia...
ReplyDeleteOjo que en algunos entornos nerd hace rato que se viene hablando del power nap; claro que no son dos o tres horas de siesta sino 20 minutos y previa ingesta de un shot de cafeína.
ReplyDeleteampliando el comentario de Klausbert el año pasado tuve la oportundiad de visitar con regularidad una importante empresa de publicidad y en cada piso había reposeras a un costado de los cubiculos.. y hasta tenían un nap room!!!!! en la reposera se tiraba alguien cuando estaban discutiendo en grupo algun tema profesional, para estar más cómodo... y en el nap room, no habia nunca nadie y se usaba como salita de reuniones informales... super progre y liberales, tenían sesiones de yoga en la zona aledaña al comedor... en 45 min estaban todos almorzados, descansados, ejercitados y en su oficina laburando otra vez...
ReplyDelete1. Decía el economista liberal Peter Bauer en su "Crítica de la teoría del desarrollo" (Dissent on development studies and debates in development economics", traducción al español de Ediciones Orbis S.A., 1983, Argentina, páginas 98-100), “el atraso material se concentra fuertemente en los climas extremados y especialmente en los trópicos…Hoy por hoy no hay una evidencia concluyente que permita asumir que un clima extremado lleva al atraso económico; sin embargo, parece que hay una relación causal…“El hecho de que un clima extremado tenga un efecto debilitador ha sido señalado en el pasado y considerado como algo evidente…parece que los climas extremados afectan negativamente a la energía y vigor de la población en su conjunto y que llevan comparativamente a la pobreza”.
ReplyDeleteQue no siempre es así lo dice el mismo Bauer, pero existe algún grado de conexión entre ambas variables.
2. Durante mis vacaciones, circulo en verano por la ruta 34 a lo largo de Santiago del Estero. En enero, es frecuente que el indicador de mi automóvil marque 48grados fuera del habitáculo. Santiago del Estero fue, por muchos años, una provincia con tierras incultas, escasa tecnificación y sigue siendo –como todo el norte- una provincia llena de empleados públicos. La productividad del empleo público es muy baja, con prescindencia del horario y de la siesta, pero cuando hace calor y no hay aire acondicionado –como sucede en casi todas las escuelas rurales- la única solución es comenzar las actividades más temprano. Quienes se han levantado a las cinco de la mañana para viajar a su trabajo, lo probable es que a la 14 horas, con un calor tórrido, estén extenuados y con ganas de descansar.
3. En mi estudio jurídico de Tucumán hice la prueba de adoptar el horario corrido, durante un año. No almorzaba en mi casa, no aparecía nadie entre las 14 y las 17, y de todos modos tenía que seguir hasta las 21.30, pues yo no podía imponer mis horarios al común de los mortales. Terminé con gastritis, y reclamos en casa por mi ausencia, sin incrementar mi productividad.
La siesta no significa menos horas de trabajo, salvo para los empleados públicos. Si el mercado lo permite, nada impide que un empresario o profesional independiente se tome una pequeña siesta, en mi caso sin culpa porque trabajo mucho más que la mayoría de los que laboran en relación de dependencia.
En Buenos Aires los bancos abren a las 10 y cierran a las 15. No duermen la “siestita” provinciana, pero comienzan más tarde y terminan más temprano, en un ambiente con aire acondicionado.
4. En principio, como dicen los economistas, hay una correlación positiva entre el grado de desarrollo y la reducción de la jornada de trabajo, salvo para los empleados públicos, cuya jornada de trabajo es reducida porque escapan a las reglas del mercado, y los profesionales independientes, cuyas horas de trabajo se han incrementado (Tibor Scitovsky, "Ensayos sobre bienestar y crecimiento", Editorial Tecnos S.A., Madrid, 1970, Parte III, capítulo XIII, págs. 189-209).
1. Para qué quieren empleos productivos si viven de la coparticipación de impuestos.
ReplyDelete2. La siesta es cara y se paga con menores ingresos. Sarna con gusto no pica.
Julio, en provincias como Santiago del Estero y Tucumán, es imposible dejar el horario no corrido sin una reforma del sector público.
ReplyDeleteLo del clima explicaría la siesta en verano. Y en invierno?
ReplyDeleteEn invierno debe ser el frío, Mariana.
ReplyDelete