¿Diferencias? (Aparte del bigote y los ojos bizcos)
Por todos lados se percibe la idea de que el fin de los Kirchner en el poder abrirá las puertas a una era de reconstrucción y bonanza en la Argentina, como si las ideas que profesan y aplican estos demagogos populistas se diferenciaran mínimamente de las de la "oposición" y de las del electorado argentino.
Uno de los centros de la "oposición" vendría a ser el diario Pravda (perdón, La Nación) que deja bien claro la posición que anima a sus editores y a sus lectores en un artículo de un asiduo columnista, Jorge Oviedo, que vendría a ser una especie de "liberal" en el terreno político argentino (yo diría, mejor, un neoneoliberal).
Este notable especimen de oposicialismo u oficiación nos ilustra:
Uno de los centros de la "oposición" vendría a ser el diario Pravda (perdón, La Nación) que deja bien claro la posición que anima a sus editores y a sus lectores en un artículo de un asiduo columnista, Jorge Oviedo, que vendría a ser una especie de "liberal" en el terreno político argentino (yo diría, mejor, un neoneoliberal).
Este notable especimen de oposicialismo u oficiación nos ilustra:
Esta gente, tanto sean los Kirchners como la oposicialismo creen que debe ser el estado el que determine cómo, qué, cuándo, dónde, cuáles, a qué precio y por qué se producen bienes y servicios.
Las diferencias son de matices, lo que podríamos denominar los infinitos intervencionismos. Un intervencionista quiere una cosa, otro, otra más allá y otro, otra larga que baja y se pierde.
La abrumadora mayoría de la población argentina cree que el estado tiene que "quejarse cuando algunas compañías ni siquiera compran materias primas y venden mucho aquí", porque vender sin fabricar es pecado mortal. Las empresas no están, según la visión argentina, para proveer los mejores productos y servicios que demande la gente al mejor precio, sino para tener fábricas con operarios y torneros de mameluco, cuyas imágenes el argentino promedio asocia con el éxito y el orgullo nacional.
Podríamos decir que el lema argentino sería hoy "haga patria, mate un importador", y este lema le cabe tanto al oficialismo como al oposicialismo.
¡Lindo futuro!
si fabricás en argentina, te van a tratar de explotador, el gobierno te va a perseguir y más de un sindicato te va a hacer la vida imposible.
ReplyDeleteigual, si pensás que este gobierno quiere que se instalen fábricas sos un iluso. Este tipo de gobierno lo único que quiere es quedarse en el gobierno el mayor tiempo posible y para eso necesitan saquear para la política toda la platita.
El sindicalismo está muy lejos de ser ocuparse de los trabajores como ellos dicen. Los sindicalistas no se diferencian mucho a las vedettes en que cuanto más quilombo hacen más conocidos son y más poder tienen. No hacen nada productivo, ni nada para el trabajador.
Es realmente una lástima que la argentina siga perdiendo el tiempo con estos imbéciles.
excelente post Blogo
ReplyDeleteMuy bueno, Blogo. Me temo que es como dices.
ReplyDeletelos paises como la gente alternan entre gobiernos socialdemocratas y conservadores y mas o menos la van llevando. Nostros alternamos entre populismos fascistas y populismos socialistas. Y parece que no la vamos llevando...
ReplyDeleteQue insinúan con esa foto, que Alfonsín alguna vez tuvo algo que ver con Kirchner, o con algún peronista? Noooooooo, seguro???
ReplyDeleteMiren que lo enterraron como un verdadero prócer eh?
Caption this picture: One down, one to go.
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