En los 90, cuando estábamos mal y no teníamos dignidad, se echaba mano a licitaciones internacionales, en las que participaban empresas de primer nivel de todo el mundo.
En la Argentina de la dignidad y del trabajo, en la patria progresista, el estado se maneja con adjudicaciones directas.
Pero para millones de argentos, ¿adivinen cuándo había mayores oportunidades de corrupción?
Que bien que estabamos, cuando estabamos mal.!!!!
ReplyDelete(Salu2 Gabriel)