Ayer leía en LN esta nota de un Kiyosaki argento que se basa en este libro (que nunca leí) sobre cómo laburar menos y ganar más. Creo que está en el instinto de todos los animales tratar de superarse y alcanzar ciertas metas, y uno de los pocos animales que tienen conciencia de eso es el ser humano. El salmón cuando remonta el río aguas arriba para reproducirse, al mismo tiempo se está suicidando, pero (creo) que no tiene conciencia de eso, no puede elegir seguir nadando en el mar tranquilo, lo impulsa el instinto. Nosotros al tener conciencia podemos decidir racionalmente si queremos seguir el instinto (o el mandato social/familiar si quieren llamarlo de otra manera) o reprimirlo. Ir al colegio, la universidad, conseguir un buen trabajo, casarse, comprar un auto y una casa, tener hijos, tratar de ascender y ganar más dinero para sostener a la familia, jubilarse, ser abuelo.. bla bla bla.
Si nadie tiene hijos se extingue la especie. Si nadie labura y todos se la rebuscan para vivir del laburo ajeno, todos somos pobres. Yo que sé, para mi es una filosofía de vida peligrosa.
Algo que escuché a Martín Lousteau ayer en la radio sobre el artículo, y creo que es una de las pocas cosas en las que coincido con él, es que para hacer todo lo que dice el artículo, ya tenías que tener guita de antemano.
ReplyDeleteSi no tenés la guita de antemano, no hay forma que puedas vivir sin laburar.
De otra forma, o pegaste el quini, o revolucionaste el mercado con algún producto fruto, justamente, de tu trabajo e ingenio.
El pibe de la nota debe ser otro de los tantos que se quieren hacer ricos escribiendo libros sobre cómo hacerse ricos.
Me parece que no es tan así.
ReplyDeletePorque es tan difícil pasar de 1 $ a 2$ que de $ un millón a $ 2 millones.
Los pobres no arriesgan, y ese es el problema.
Si me sale bien un negocio puedo estar varios años sin trabajar, pero en realidad no es que no trabaje sino estoy viviendo de los frutos del trabajo que en su momento hice para ganar mucho.
Es muy fácil y lindo argumentar que una tiene una base y que entonces le es más fácil.
La verdad es que ese concepto es absolutamente erróneo.
Obvio que nadie se hace rico cumpliendo horarios y cobrando un sueldo.
La mayoría es cagona, y no arriesga.
Eso.
Todos vivimos del trabajo ajeno; la cuestión es qué damos a cambio.
ReplyDeleteNo se trata de no laburar, sino de aumentar la productividad.
ReplyDeleteSí, el tema es dar algo a cambio, y para que exista ese algo para dar justamente hay que laburar y mucho. Yo sé que ser inversor o empresario es un trabajo y bastante difícil, y esta gente muchas veces te vende que invertir no es un trabajo como cualquier otro, al contrario es muy estresante ser inversor. ¿Aumentar la productividad para producir más en la misma jornada laboral o producir lo mismo pero en menos tiempo? En relación de dependencia te contratan horas fijas y probablemente cobres más cuanto más produzcas en esas horas. Los libros del estilo Kiyosaki para mi son peligrosos, te queman la cabeza y te pueden hacer muy infeliz. Para mi estos libros de autoayuda son contraproducentes. Te dicen que sos un salame porque trabajás en relación de dependencia, el que cobra un sueldo es una rata en corriendo en la ruedita, que la posta es que el dinero trabaje para vos y no vos por el dinero, etc... subestiman el rol del inversor y del empresario, esos roles no son para cualquiera y mucho menos en Argentina donde el gobierno te cambia las reglas de juego todo el tiempo.
ReplyDeleteKiyosaki no dice que es fácil, ni que es para cualquiera; dice que es posible, y que demanda una serie de conocimientos y habilidades que no aprendemos en la escuela. Trabajar en relación de dependencia ya no asegura nada. De hecho, los más perjudicados por las arbitrariedades del gobierno son, a la larga, los que apostaron a la "seguridad" de un buen sueldo (perjudicados mediante inflación, y mediante impuestos ineludibles para ellos).
ReplyDeleteEn un sistema económico basado en dinerio fiduciario de curso forzoso, aprender a invertir no es un lujo, es casi una cuestión de supervivencia, especialmente para los empleados. ¿Qué hacer hoy con los propios ahorros, aunque más no sea para proteger su valor?: la respuesta no es fácil, pero más vale plantearse la pregunta seriamente.
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