Se murió el Negro Guerrero Martinheitz :(
Evoco "El Show Del Minuto", una experiencia de radio como no ha tenido igual... yo era un purrete de pantalon cortito en Villa del Parque, y este tipo pasaba Tangerine Dream a las cuatro de la tarde, seguido de los poemas de Nicomedes Santa Cruz... Que manejo de la palabra y de los silencios... Un grande.
Descansa en paz, Negro.
Pobre tipo, qué pena.
ReplyDeleteQue en paz descanse.
ReplyDeleteYo también escuchaba su programa de radio y en el viejo grabador Sony de cassette me guardaba los temas -rarísimos para mí y geniales- que pasaba a la tarde.
ReplyDeleteTodavía deben andar dando vueltas por ahí, en la casa de mi mamá, las cintas viejas y destartaladas donde quedó toda una tarde que el Peruano Parlanchín le dedicó a un álbum que se llamaba, si mal no recuerdo, "Atlantis"...
Qué bueno!
Una pena realmente que se haya ido así, entre la miseria y el olvido.
Pobre Hugo Guerrero Martinheitz!
Se quedó a solas...
¿Qué pasó con esa Argentina que él admiraba?
ReplyDeleteSe fue con él.
ReplyDelete[No sé si escribí bien su apellido.
ReplyDeleteSiempre tuve la duda si la h iba después de la t o antes de la e.
Supongo que, por como se pronuncia, debe ir a continuación de la t.
Mis disculpas.]
No existe más, Don Pero, los argentinos descubrieron el progreso en la antimodernidad.
ReplyDeleteme acuerdo de Cronicas Marcianas
ReplyDeleteMe reveló a Bradbury a los 12 años... me quemó el cerebro.
ReplyDeleteOdio la FM -- el programa del Negro era para mí una excepción.
ReplyDeletePasaba "Encore", album en vivo de TD cuando aun estaba Peter Baumann. Así que lo tuve mucho tiempo en cinta grabada de su programa hasta que conseguí el vinilo.
Negro como yo, que manejos de los silencios que tenía.
ReplyDeleteMe hacía recordar los diálogos de Marlowe cuando prende su cigarrillo mirando a sus entrevistados durante casi un minuto sin decir palabra.
Grande el negro querido. Espero que haya encontrado la paz.
Salu2
Como él solía decir:
ReplyDeleteEstoy desesperanzado!
Pablo
Me acuerdo de A Solas, esa combinación extraordinaria de voz y dominio del idioma, más esa irreverencia, ya no hay como él.
ReplyDeleteMe acuerdo de A Solas, esa combinación extraordinaria de voz y dominio del idioma, más esa irreverencia, ya no hay como él.
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