Bueno, le conté al Sr. Klaus que no había más del helado que me gusta, así que volví a casa enojada (como me enojo yo) y con las manos vacías, pero después de algunas peripecias de último momento en el min-súper del barrio que gracias a Di-s siempre está abierto, terminé en la cocina frente a una cantidad indeterminada de frutillas con crema, mientras leía en la portátil que me acompaña fielmente en todas mis tareas culinarias, medio embotada por el extraordinario estímulo gustativo (que además, obvio, me proporcionó el insólito placer de poder hacer algo prohibido) un artículo tonto de La Nación, que lleva el pomposo nombre de Cómo reaccionar ante un encierro.
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Bueno, todo demasiado absurdo, por supuesto, pero me hizo reír mucho el comentario #22, al que como no tengo ni idea de cómo poner un link, lo copio parcialmente para compartirlo, luego de hacerle pequeñas y ocasionales correciones ortográficas decididamente superfluas.
Muy buenos y útiles los consejos, especialmente porque las estadísticas de la ONU indican que 8 de 10 personas alguna vez se quedaron encerradas en un derrumbe o mina a más de 500 m de profundidad, así que recuerden imprimir la lista y llevarla a todos lados!
Es más, 28 de 14 personas (dos veces cada una!) se quedaron alguna vez atrapadas en ascensor por un lapso superior a los 4 días.
Por eso a partir de mañana, también vamos a poder leer sobre: '10 tips para estar tranquilo y saber qué hacer cuando el paracaídas no se abre', 'Descompresión de cabina durante entrada a la atmósfera de taxi espacial: 5 consejos para mantener la calma', 'Ruptura de casco en submarino nuclear: 8 ideas geniales para evitar ensuciarse con material radiactivo', etc.
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Bueno, cambiando absolutamente de tema, (pero no tanto), impregnada con las frutillas encremadas que fueron, y resignada a hacer un ayuno de por lo menos 3 días para compensar, no se por qué me vino a la mente un verso de mi niñez que seguramente todos conocerán:
¡Arbolito querido,
préstame un traje
que sea de oro y plata,
seda y encaje!
No sigas príncipe amante.
Mira y repara un instante
que el zapato que esa tiene
para su pie no conviene;
y tu novia verdadera
está en tu casa y te espera.
Sigue príncipe adelante
sin parar ni un solo instante
Ya encontraste el piececito
a que viene el zapatito.
Raquel Reznik
A ver...
ReplyDeleteYa sé, demoliste la heladería con una topadora!
Adiviné?
PD. No conozco el poema, pero es lindo y además, elegante. Fino.
ReplyDeleteme gusto que te refieras a tu Notebook como "la portatil" . Asi no se enoja la diputada Poly...
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