Dice Daniel Naszewski:
Hay en la Argentina una gran mayoría, silenciosa, que no hace ruido, que trabaja, estudia, se prepara para progresar, diseña sus proyectos, se lanza, inventa, innova, emprende cosas nuevas y se atreve a soñar, quiere disfrutar y vivir mejor y ofrecerle lo mejor a los suyos. Y hay unos pocos, porque no son muchos, que se levantan a la mañana para planear una carrera de obstáculos para no dejarnos vivir en paz.
¿Es realmente así? ¿En la Argentina hay una minoría que pretende vivir del fruto del trabajo de una mayoría? ¿O se trata de un porcentaje cada vez más grande que pretende vivir de la riqueza que genera una minoría?
me parece que Luis tiene razon
ReplyDeleteNo Louis, Naszewsky no dice que una minoría quiere vivir de la mayoría, dice simplemente que una minoría, y yo coincido, dia a dia piensa en una nueva manera de joder a la gente que quiere emprender.
ReplyDeleteDespues hay, creo que como en toda sociedad, un buen número de personas que intentan pasarlo como pueden, simplemente porque no tiene la capacidad necesaria para progresar económicamente. Esa gente puede ser conducida a una vida productiva o puede ser caldo de cultivo de cuanta aventura populista ocurra. Y cuando digo conducida a una vida productiva significa darles lo que se merezcan por su trabajo sin regalarle nada, eso ni más ni menos es lo que los padres fundadadores hicieron en EEUU.
Una sociedad que daba la oportunidad de trabajar pero sin regalarle nada a nadie.
Una socieda que protege a los pocos que tienen capacidad suficiente para ver oportunidades que casi nadie ve, para que se desarrollen, asegurándoles el goce de su producción, con el único requisito de atenerse a un puñado de normas que basicamente tenían por objeto proteger los derechos de los demás. Esa gente, los emprendedores, son los que aprovechan el trabajo de los que no están capacitados para generar su propio negocio y permiten a estos últimos vivir dignamente.
Por cada emprendedor hay muchas (¿cientos?, ¿tal vez miles?) de personas que, económicamente hablando, no pueden ir solas ni a la esquina.
Coincido con Miguel pero la proporcion de zánganos aumenta día a día.
ReplyDeleteDe paso comparto con uds. este artículo que salió en la Gaceta Literaria del domingo.Disculpen el atrevimiento...
http://www.lagaceta.com.ar/nota/400135/LA-GACETA-Literaria/izquierda-derecha.html
en especial el último párrafo "Más vale "huir hacia adelante", lo que en realidad no es huir sino avanzar hacia lo que de veras somos. Hay que asumir sin culpa que no el trabajo sino el conocimiento es nuestro destino, y que sólo el conocimiento es capaz de desgravar nuestra condición.
Pero no sólo porque el transistor y los antibióticos han mejorado la vida en una medida incomparablemente mayor que la Revolución Rusa, sino ante todo porque es en el resplandor de la verdad, y no en las tristezas de la lucha de clases, donde puede hallar satisfacción el anhelo más profundo del alma, es decir, la voluntad de saber, aquella voluntad que en un alba lejana irguió nuestro esqueleto, y que en un día luminoso declaró que más vale una sola demostración que el entero reino de los persas.
Por eso, mientras la izquierda iba al teatro y al café, mientras la derecha iba al templo y al estadio, yo prefería demorarme, unción temblorosa, en las calladas maravillas del álgebra.
Usted tendrá presente, Schkolnik, cuántos sarcasmos suscitó ese fervor mío entre nuestros interlocutores de izquierda. Pues bien, mírelos hoy encender cirios con la mayor devoción. ¿Se habrán tornado gentes realistas?"
Me conmovió
Miguel, ¿cuál es el objetivo que se persigue al complicarle la vida a los que producen? Yo creo que es quedarse con parte del fruto de su trabajo.
ReplyDeletePor supuesto, Louis, uno de los objetivos es ese, el otro, considerar, en su absoluta estupidez, que pueden "programar" la vida de los otros.
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