Hasta Rozitchner, no precisamente un progre alocado, considera que está bien que los alumnos tomen las escuelas porque se trata de “una forma de participación”.
Su único reproche es que las tomas afecten a Macri.
¿Es posible llegar a este nivel de ridículo con tal de quedar como un progre políticamente correcto?
¿Tan difícil es admitir que la ilegalidad y la violencia quitan toda legitimidad a los reclamos, que es un despropósito reclamar por algo cercenando el derecho a ir a la escuela y a transitar de miles de personas?
Si el conflicto realmente está relacionado al estado de los edificios, ¿nadie se pregunta qué joraca tiene que ver Chávez, el “Che” Guevara y Cuba?
¿A nadie le llama la atención que un grupo de pendejos que en su cortesana vida pagó un impuesto anuncie públicamente que su objetivo de máxima es destituir al intendente de la ciudad?
Insisto, ¿el proceso de trasmutación de materia gris en fecal en Argentina es de ahora o la cosa viene de largo pero antes disimulaban mejor?
Tiene que ver también con el tema de la protesta buena y la protesta mala.
ReplyDeleteSi los productores agropecuarios se quejan de que los esquilman, es decidiamente protesta mala, ya que intentan oponerse a un gobierno bueno, con intenciones redistribuidoras, que son -por definición- buenas. Inmediatamente quedan condenados por destituyentes.
Si los alumnos protestan por el estado de los colegios, es protesta buena, y el hecho de que declaren abiertamente que intentan voltear al jefe de gobierno no provoca ninguna reacción, ya que -al tratar de destituir a un ícono de la derecha neoliberal genocida- el intento destituyente es bueno.
Perdón por el abuso de italics, pero es todo tan hipócrita que no las puedo evitar.
Aclaración: El autor de esta nota, cuando tenía 13 años, en 1973, participó de la toma del Colegio Nacional en el que cursaba primer año, el Bartolomé Mitre. Era militante trostkista, tanto como se lo puede ser a tan infantil edad, y formaba parte del movimiento contestatario propio de la época.
ReplyDeleteLouis: viene de largo, pero antes la disimulaban mejor.
Casmiro, once a progre always a progre.
ReplyDeleteEstos pibes que hoy te están tomando secundarios, pertenecen a una generación educada en el "relato" zurdoprogre desde su más tierna infancia... habrán visto "La Noche de los Lápices" unas quinientas veces... como actividad escolar, pasada por profesores "contestatarios", educados en los '80 y '90, que se identifican con los "resistentes a la dictadura"...a la que conocieron (los más viejos)cuando eran demasiado jóvenes para entender qué corno estaba pasando, o directamente la vieron en películas.
ReplyDeleteResultado: para los pibes, y los mamertos de los docentes, cualquier cosa que esté a la derecha de ellos, es "la dictadura" y se sienten/los hacen sentir que están en una "lucha épica por sus derechos"; que incluye intentar voltear un gobierno democráticamente elegido .
¿Cómo hacés para bajarlos de semejante caballo???
PD: No me pregunten qué les enseñan en Educación o Instrucción Cívica...o si les enseñan la Constitución... a esas materias las hicieron desaparecer, ahora hay Construcción Ciudadana, Derechos Humanos y Ciudadanía, y próximamente, Ciudadanía y Política....y de la Constitución, sólo los derechos y garantías.
Andy, pendejos pitiados por un tren (por no decir pel*tudos, que queda muy fuerte) van a existir siempre. Es casualmente el rol social de los adolescentes, ser pel*tudos. Lo normal y esperable es que la cosa vaya amainando a medida que crecen y se vuelven adultos, es decir cuando se insertan plenamente en el mundo del trabajo.
ReplyDeleteEl problema en la Argentina actual no es que los adolescentes hagan cosas de adolescentes sino que los adultos sigan haciendo cosas de adolescentes.