Lo peor es que quienes le llenaron la cabeza a "los pibes" son los que ni siquiera se dieron cuenta de lo que estaban haciendo: los "trabajadores de la educación" fueron a su vez, educados así... me incluyo. LA diferencia es que con el kakismo es todo tan evidente, que las dosis homeopáticas gramscianas la sustituyeron por una hipodérmica grandota, y con una aguja larguísima...
Años de llenarle la cabeza a los pibes con medias verdades y contradicciones constantes, tiene sus consecuencias.
ReplyDeleteLa nota de Periodico Tribuna es excelente.
ReplyDeleteLo peor es que quienes le llenaron la cabeza a "los pibes" son los que ni siquiera se dieron cuenta de lo que estaban haciendo: los "trabajadores de la educación" fueron a su vez, educados así...
ReplyDeleteme incluyo.
LA diferencia es que con el kakismo es todo tan evidente, que las dosis homeopáticas gramscianas la sustituyeron por una hipodérmica grandota, y con una aguja larguísima...
Ídem Diego.
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