Cuidadito con salir de casa mañana. El gobierno nos necesita. Además, que puede haber más interesante que esperar a un tipo que te haga preguntas? Afuera sólo habrá tranquilidad, calles y rutas libres, espacios verdes sin gente que te rompa los quinotos...
Ojo, te puede quedar un cargo de conciencia por no ser un cuidadano ejemplar. O lo que es peor, no figurar en el recuento final. Te estarías perdiendo la oportunidad de ser parte (número) de este maravilloso país...
Necesitamos hacer la cuenta súmese al Censo 80.
ReplyDeleteMe encantaría un plan quinquenal con los datos que surjan del censo, mañana es un día orgásmico para los amigos de la planificación estatal centralizada. Va a haber datos para poder planificarle la vida a los demás!!
ReplyDeleteYo no doy información a falsificadores de información.
ReplyDeleteErgo, no los voy a atender n.p.p.
Pablo
Como dice un colega, yo tiro la granada ninja y desaparezco.
ReplyDeleteSaldré contento y libre a pastar por los prados.
Que manden al SIDE a censarme.
Salu2
hoy la escuche a la impresentable robacamaras del Indec ( creo que se llama Edwin), que "la gente que vive en la calle" tambien sera censada. A mi me van a encontrar en palermo, leyendo un libro al solcito. Me preguntaran si vivo ahi?
ReplyDeletejajaj,escuché a un tarado del Indec que quienes no respondan al censo no serán tenidos en cuenta por las políticas que se apliquen de aquí en adelante. Me convenció,ni en pedo los atiendo!
ReplyDeletejajaja, Anónimo, mas que una amenaza parece ser una oportunidad! Ahora, si no me van a tomar en cuenta en sus políticas, tampoco me deberían tener en cuenta para su recaudación/usurpación fiscal, ¿no?
ReplyDeleteOtra cosa, vi algo de esa tal Edwin del Indec sobre el censo en la Antártida (230 argentos BTW). Ahora...¿no es un tanto al pedo censar ahí? ¿No tenes que ir con permisos y demás documentación respectiva? O sea...la cantidad de gente debería estar registrada en esos permisos. Desconozco como es por eso dejo la pregunta en el eter.
Lo de los censos en la Antártida es una cuestión política, como manera de reafirmar la soberanía argentina en la zona, al igual que las escuelas y llevar mujeres embarazadas para que den a luz en alguna base.
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