En una de esas me equivoco y se trata nada más que de la clásica necrofilia nacional y popular, el maravilloso proceso por el que hasta el peor tereso en vida se convierte en un prócer después de parar la pata.
Murió Kirchner pero para millones de argentos y el 90% de la corporación política, sus ideas y propuestas siguen gozando de excelente salud.
Totalmente de acuerdo.Esa mentalidad está enraizada en la mente de millones de argentinos.
ReplyDelete