Migrant mother - Dorothea Lange, 1936 |
Los delincuentes, estimulados por la pobreza hecha destino y por medios que los presentan como héroes de un supuesto aguante popular, se creen con derecho a todo: los guardianes del orden no los combaten, los administran. La opinión pública los teme, si bien en alguna medida al menos un sector importante también los justifica. El gobierno nacional hace publicidad a su favor mintiendo y usando medios que debían estar al servicio del pueblo. Del pueblo se habla para defender intereses particulares de administradores políticos que viven despreciando la ley, que no se interesan por mejorar la situación sino por producir símbolos exaltados: creen que la realidad es un cuento y tratan de mejorar su narración, sin que lo concreto les importe demasiado. Es más, a quienes hablan de la realidad los acusan de responder a intereses ilegítimos. La inflación crece, los pobres son cada vez más pobres, los encargados de la economía desprecian a la gente y se creen soldados de una guerra inventada para ocultar su ineptitud y su afán de utilizar políticamente un dinero que no es de ellos.
Sigo sin entender por qué los argentinos se hacen estas cosas. ¿Les gusta vivir así? Delincuentes van a existir siempre, pero me gustaría saber de dónde sale el berretín de tratarlos como víctimas.
ReplyDeleteNo sé. ¿Nos sentiremos culpables de que en el fondo somos todos ladri?
ReplyDeleteJL
“Hay políticos distintos en varios partidos, gente que trabaja bien y que vale la pena seguir y apoyar.”
ReplyDeleteJL; ¿cuál es tu opinión sobre el final de la columna de R? Tiene que haber una salida, dejame de joder.
No sé Louis. Salida al Kirchnerismo, seguro, ya se está tramitando. Como ponía hoy, con esta mina enloquecida poniendo en curso de colisión a cada iniciativa descabellada que se le antoje, creo que hasta los propios se van a empezar a hinchar los huevos, pero todavía tienen que ver adónde (o más bien, con quién) van a ir cayendo una vez que se suelten. Son como trapecistas balanceándose sin red a los que la barra se les pone cada vez más caliente: si siguen agarrando la barra se queman, pero si se sueltan se matan; no les queda otra que esperar a saltar cuando otra barra se les acerque.
ReplyDeletePero este es el país de Perón y Evita, y cuando digo "de" me refiero al sentido posesivo de la palabra. No sé. Me canso de ver gente estudiada e inclusive viajada repitiendo mantras del vecindario de "se vienen a robar nuestras riquezas", o de "lo que faltan son más controles", o "acá hace falta una mano fuerte", o "roban pero hacen". Qué sé yo. Lo llevamos en el ADN. Cuando la expropiación de las jubilaciones votaron casi todos a favor, y los que votaron en contra en general lo hicieron para no darle eso a Kirchner, no porque les pareciera una garcha la medida. Después de eso qué podés esperar. Como dice Hamlet "The rest is silence".
JL
Ayer haciendo zapping, caí en el canal Encuentro, donde una mina entrevistaba a un "pibe chorro" que estuvo en cuanto reformatorio existe y terminó a los 16 con una condena a 5 años. Allí conoció a un gran hombre, que le dio libros que cambiaron su vida. Libros del Che ("yo ni sabía que era argentino") y ahí el abrió sus ojos. En realidad él nunca había robado, "solo se retribuia lo que la sociedad le privo". El pibe comenzó a justificar sus crímenes señalando cómo era una víctima, Incluso el secuestro extorsivo que lo tuvo "guardado" 5 años. Tuve que cambiar de canal, porque si seguía escuchando, iba a prender fuego el televisor.
ReplyDeleteHonestamente me cuesta entender a qué juega esta gente. Espero que por lo menos ellos lo tengan claro cuando la merda pegue en el ventilador.
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