El régimen kirchnerista maneja los ascensos militares estrictamente con criterio ideológico, 100% a gusto y paladar.
Hace poco salió la noticia de que muchos militares ven sus carreras truncadas por el terrible crimen de portar el mismo apellido que algún personaje nefasto del último gobierno militar.
Hoy leo que la ministra de defensa apoya el ascenso de un militar que participó directamente, en primera persona, en el alzamiento de Seaman Santa de 1987 contra Alfonsín. Este señor ya fue ascendido durante el gobierno de Kirchner, el paladín mayor de los derechos humanos.
¿En qué quedamos? ¿Hay militares golpistas buenos y militares golpistas malos?
Bueno, es un reformado, recuperado. Se dio cuenta de que estaba errado en sus convicciones pasadas (o sea le convenía a su bolsillo cambiar de discurso).
ReplyDeleteSeguro, Huguito Chavez no deja de ser un militar golpista y es el sponsor oficial de esta presidencia.
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