Noticia local, con video incluído. Campana, Buenos Aires, mi ciudad.
"Asesino, asesino" gritaban mitad en broma mitad en serio un centenar de personas. La imágen no era tan dramática. O si. Un camión que transportaba cerveza de la empresa Isenbeck volcó todo su contenido en la banquina de la Autopista Panamericana mano a Capital, justo en el límite de nuestra Ciudad con Zárate. Un móvil auxiliar intentaba poner sobre sus ejes al vehículo averiado, y la acción provocaba la caída de cientos de botellas que estallaban al tocar al piso. Pero muchas "sobrevivirían" y eran esperadas por sedientos vecinos.
La gente atravezó una zanja espumosa acarreando los envases sin importar demasiado, hundiendo las piernas en el lodo. Algunos sufrieron cortes en manos y pies tras pisar una gran cantidad de vidrios que rondaban la escena. Madres que cargaban a sus pequeños con la bebida, otros que agradecían el regalo anticipado de navidad, y así, de a poco, no fue quedando nada. En tan solo 10 minutos, 15000 botellas desaparecieron, literalmente.
Si esto no es dignidad, la dignidad dónde está.
Un país para sentirse orgullosos.
ReplyDeleteArgentina, un país ¿en serio?
ReplyDeleteEl país de la dignidad.
ReplyDeleteCerveza para todos y todas.
ReplyDeleteDespués cuando uno dice que a estas basuras hay que matarlas a todas lo tratan de intolerante.
ReplyDelete¿Esto es hambre, no?
ReplyDeleteAndrés
Esto pasa porque falta de regulación estatal contra los monopolios de la cerveza. Ya van a ver cuando les caiga Moreno con los guantes!
ReplyDeleteViva la sed nacional y popular!
Cuando veo el video me sale el Miki Vainillla de adentro
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