Con familiares, amigos y conocidos de Argentina. Cuentan cada cosa que cuesta creer.
Padre, madre e hija de once años bajan a la cochera del edificio con vigilancia de Belgrano en el que viven y se encuentran con un tipo que los apunta con un arma de fuego, les roba todo lo que tienen e intenta escapar con el auto, destruyéndolo al chocar a toda velocidad contra el portón de metal de la salida.
Robos y arrebatos de todos los días en los semáforos.
Madre que vuelve en el auto de la escuela privada a la que van sus hijos, para en una barrera de Belgrano, aparece un chico de unos 12 años con un arma de fuego y le saca todo lo que tiene, amenazándola con “quemarla” y “quemar” a los chicos en el asiento de atrás.
Lo peor de todo: el aire de absoluta resignación con el que hablan del tema.
Honestamente no sé cómo se vuelve de todo esto.
Pensar que hay muchos que disfrutan que les roben a personas como las de tu relato, que puede ser cualquiera, porque lo ven todo desde la lucha de clases, y eso que contas es casi un acto de justicia social para ellos. Como si las personas pudieran ser culpadas por haber tenido la oportunidad de poder vivir mejor.
ReplyDeleteLlama mucho la atención la facilidad con la que la clase media acomodada argentina hizo suyo el discurso de la “lucha de clases”. Destilan odio y resentimiento.
ReplyDeleteYo finalmente después de mucho tiempo y sacrificios pude comprarme un 0km. En vez de pensar cuál modelo me gusta más a mí estoy tratando de adivinar cuál les gustará menos a los chorros. Es una mierda vivir así!!
ReplyDeleteAna
Ana, lo que te cuentan es una locura. Es cierto que la gente se acostumbra – o resigna – a cualquier cosa, pero honestamente no sé en qué estado mental terminas.
ReplyDeleteQue bárbaro lo de Ana. Es verdad, mucha gente que puede y quisiera comprar un auto de mejor gama, anda en modelos que no llamen la atención. Es que tienen la lógica de distribuir peores condiciones de vida, para todos. Así igualan, en vez de dejar que la gente trabajando e invirtiendo genere más riqueza (y así no depender de ellos), pero bueno, así vamos...
ReplyDeletemi hermana me decia que no se iba a comprar un mini van, sin bien le hace falta para sus hijos y para los colegios... la razón? "porque es un auto llamativo y se ve caro... te asaltan seguro y te secuestran los hijos.." y estamos hablando de un auto qeu acá en USA es sinónimo de lo menos chic el planeta: soccer mom!!!
ReplyDeleteY lo que dice Ana es exactamente como viven muchos argeninos...
Yo estoy restaurando el dodge 1500 que era de mi papá por el mismo motivo.
ReplyDeleteGastar 15.000 dólares en un auto fabricado en Brasil que viene con miles de fallas en la electrónica, mal terminado, que hacen un ruido a plastico terrible y encima los Choris creen que sos un potentado, yo paso.
Salu2 Gabriel
Se vive con miedo. Yo tengo miedo. Yo vivo en el centro de Baires, mas particularmente en Monserrat (congreso) a 5 cuadras del CN.
ReplyDeleteTodos los días voy en auto al trabajo y cuando regreso hay tantos autos estacionados en la calle (y tan poco lugar para estacionar ahora que tenemos las muy Europeas bicisendas acá en el basural urbano) que nunca puedo dejarlo a menos de 4 cuadras de casa, por lo menos hasta la 12.30, 1AM momento en que se libera mi vereda.
Yo tengo que ir a buscar el coche ahí donde lo haya dejado y traerlo de vuelta, por que en general, y salvo en las calles intersectadas a las Av. Belgrano y Av. Entre Ríos,no hay policía de guardia. Ya me ha pasado de dejar el auto de un día para otro lejos de casa, y a la mañana siguiente encontrarme con un vidrio roto, o que me afanaron la batería. (aclaro que al lado de mi casa siempre hay policía aunque no sé bien por qué)
Y en la caminata de recupero paso por una gran cantidad de casas tomadas, vagos sentados tomando fernet y/o fumando paco (te das cuenta por el olor a mierda que emana, y por la cara de los pibes)
Pendejos de casa tomada jugando (pobres) Y en fin los nuevos propietarios de la calle en pleno ejercicio de su derecho a violentar todas las normas de convivencia. A veces tengo ganas de salir calzado, por cualquier cosa, pero como en este país el que vale es el chorro y no el pelotudo como yo, que paga esta orgía progre con plata de su bolsillo y sangre de su culo, mas vale que no la llevo (por lo menos hasta que el art 189 bis caiga en desuetudo por cuestiones de fuerza mayor) por que si me agarran voy preso. El chorro pasa por la puerta giratoria, yo voy preso.
Ni mis pibes pueden salir a la calle, ni yo los dejo salir ni en pedo desde que me enteré que al hijo de una vecina le revolearon una baldosa en la cara para afanarle la bici.
Dicho esto, la pregunta inefable de Luis "como se vuelve de todo ésto" es por la fuerza, tarde y de la peor manera. Va llegar un punto en que la gente se harte y se pudra todo. Ya está pasando. La pregunta es hasta donde escalará la cosa, y fundamentalmente si habrá un proceso de aprendizaje, en especial de las elites políticas e intelectuales. Yo lo dudo, se llamarán a silencio y quizás se pasen solos a retiro. Lo único que espero es que ese vacío que dejen sea rellenado con pensamiento republicano.
Se vive con miedo. Yo tengo miedo. Yo vivo en el centro de Baires, mas particularmente en Monserrat (congreso) a 5 cuadras del CN.
ReplyDeleteTodos los días voy en auto al trabajo y cuando regreso hay tantos autos estacionados en la calle (y tan poco lugar para estacionar ahora que tenemos las muy Europeas bicisendas acá en el basural urbano) que nunca puedo dejarlo a menos de 4 cuadras de casa, por lo menos hasta la 12.30, 1AM momento en que se libera mi vereda.
Yo tengo que ir a buscar el coche ahí donde lo haya dejado y traerlo de vuelta, por que en general, y salvo en las calles intersectadas a las Av. Belgrano y Av. Entre Ríos,no hay policía de guardia. Ya me ha pasado de dejar el auto de un día para otro lejos de casa, y a la mañana siguiente encontrarme con un vidrio roto, o que me afanaron la batería. (aclaro que al lado de mi casa siempre hay policía aunque no sé bien por qué)
Y en la caminata de recupero paso por una gran cantidad de casas tomadas, vagos sentados tomando fernet y/o fumando paco (te das cuenta por el olor a mierda que emana, y por la cara de los pibes)
Pendejos de casa tomada jugando (pobres) Y en fin los nuevos propietarios de la calle en pleno ejercicio de su derecho a violentar todas las normas de convivencia. A veces tengo ganas de salir calzado, por cualquier cosa, pero como en este país el que vale es el chorro y no el pelotudo como yo, que paga esta orgía progre con plata de su bolsillo y sangre de su culo, mas vale que no la llevo (por lo menos hasta que el art 189 bis caiga en desuetudo por cuestiones de fuerza mayor) por que si me agarran voy preso. El chorro pasa por la puerta giratoria, yo voy preso.
Ni mis pibes pueden salir a la calle, ni yo los dejo salir ni en pedo desde que me enteré que al hijo de una vecina le revolearon una baldosa en la cara para afanarle la bici.
Dicho esto, la pregunta inefable de Luis "como se vuelve de todo ésto" es por la fuerza, tarde y de la peor manera. Va llegar un punto en que la gente se harte y se pudra todo. Ya está pasando. La pregunta es hasta donde escalará la cosa, y fundamentalmente si habrá un proceso de aprendizaje, en especial de las elites políticas e intelectuales. Yo lo dudo, se llamarán a silencio y quizás se pasen solos a retiro. Lo único que espero es que ese vacío que dejen sea rellenado con pensamiento republicano.