La corrupción es sin duda una inmoralidad intolerable, pero no es la causa de los magros resultados que obtiene el país en lo relacionado con la generación y acumulación de riqueza. En muchos casos la corrupción es una consecuencia inevitable de los incentivos perversos que aparecen con la aplicación de sistemas corporativistas prebendarios.
Si Cristo resucitado se hace cargo de la administración del país con el pleno de apóstoles en los ministerios y aplica las mismas políticas que Kirchner y su banda, obtendrá indefectiblemente los mismos resultados.
Vale la pena seguir machacando con el tema porque me parece que mucha gente tiende a quedarse exclusivamente con ese aspecto del “modelo”.
Indudablemente el problema de Argentina no es (solo) la corrupción. Hasta a veces la corrupción es la forma de eludir normas y leyes delirantes.
ReplyDeleteMás que la corrupción el problema son los sistemas estatistas que son tierra fértil para la corrupción.
Si Cristo resucitado se hace cargo de la administración del país... lo voltea La Cámpora y un puñado de negros del conurbano bonaerense.
ReplyDeleteEs una gran verdad, muy pero muy importante de aclarar a los mas incautos, (En esta estoy con vos Louis,jajjaj).
ReplyDeleteEn resumen:
"Le echamos la culpa a la corrupción y con promesa de manos limipias seguimos haciendo el mismo modelo demagógico"
Creo que como frase la voy a adoptar cuando todo explote, con tu permiso, claro.
Salu2 Gabriel