LIBIA II

Libia, al igual que Yemen, es un país tribal donde las lealtades se mantienen por vínculos de sangre y pertenencia a la tribu respectiva. Khadafy es de la tribu Khafafa y, cuando tomó el poder con el apoyo del ejército, se dedicó a establecer un cierto equilibrio entre las distintas tribus por medio de los métodos usuales en África, es decir, alianzas entre clanes, sobornos mediante distribución de cargos y dinero y la eliminación física de los más recalcitrantes. Pero estos métodos no son los únicos que explican que haya logrado mantenerse tanto tiempo en el poder.

En general, la imagen que tenemos de Libia es la de un país aislado internacionalmente, manejado por un autócrata mesiánico que ha apoyado al terrorismo (adiestró y financió grupos palestinos terroristas anti israelíes, al IRA, a la banda Baader-Meinhoff, Lockerbie, etc.), muy atrasado cultural y económicamente y con un pueblo inculto.

Sin perjuicio de que parte de lo dicho sea cierto, suele olvidarse que Libia es el país más rico del África, con una renta per capita incluso más alta que la de Turquía. El petróleo le ha permitido a Khadafy aplicar un modelo económico que posibilitó que la educación, la vivienda y la atención sanitaria fuesen prácticamente gratuitas. También organizó los Comités Populares que le han permitido hasta ahora controlar a la población, pero asimismo canalizaba mediante ellos ayuda alimenticia y generaba alguna clase de feed-back de los requerimientos de la población para obtener dinero, vivienda o acceso a servicios públicos que le permitieron mantener una paz social prolongada. Al mismo tiempo, mantenía un estricto control policial y un anquilosado sistema político que beneficiaba directamente a sus seguidores.

Gracias a las mejoras de la educación en los últimos 30 años, Libia tiene una amplia mayoría de jóvenes urbanos bastante instruidos, pero este sector padece actualmente un desempleo del 30% en un país donde el 80% del empleo es en el Estado. En realidad, se trata de desempleados disfrazados que reciben un subsidio por un trabajo casi inútil e innecesario, pero que, junto a la vivienda barata y la educación gratuita, posibilitó que la mayoría de la población subsistiera con un ingreso de 2 dólares diarios per capita.

El elemento novedoso de todo este movimiento en el mundo musulmán está constituido por el acceso a Internet y la telefonía móvil que hacen prácticamente imposible que las noticias y los movimientos políticos no trasciendan las fronteras. Los regímenes ya depuestos, o actualmente amenazados como el de Khadafy, estaban manejados por una generación de hombres que llegaron al poder durante la Guerra Fría y que montaron estructuras políticas que correspondían a esa época y que hoy día son incapaces de adaptarse a las nuevas situaciones.

El mundo árabe parece demostrar que está harto de este tipo de regímenes que no solucionan los problemas más urgentes de la gente, como son el del trabajo o la amenaza del hambre, pero también me parece que anhelan más libertad y tener más derechos que los que hasta ahora se les permite ejercer. Tengo algunas dudas acerca de cómo terminará todo este proceso, pero ojalá por lo menos se obtenga una mejora notoria en las condiciones de vida del pueblo con un sistema más libre.

En el caso concreto de Libia, este anhelo de libertad y de hartazgo con el régimen me parece bastante claro ya que Khadafy no solamente ha sido un gobernante excéntrico, teatral y peligroso para el mundo occidental, sino que básicamente ha sido un tirano cruel y feroz con su propio pueblo. No conozco lo suficiente a los personajes que han renunciado, pero creo que debe haber un elemento tribal en común entre ellos o que, por lo menos, no pertenecen a la tribu Kahfafa a la que se le presenta un futuro cuando menos oscuro si cae Khadafy lo que limita las posibilidades de convertirse en tránsfuga.

Los libios tienen una historia guerrera muy importante y en su lucha contra la Italia de Mussolini pelearon con un coraje extraordinario, por lo que el futuro inmediato puede ser muy sangriento.

El próximo post tratará acerca del problema que se le plantea a Europa por la abrupta llegada de miles de inmigrantes norafricanos que han alcanzado las costas europeas desde que estallaron los conflictos en África del Norte.