Me pregunto dónde habrán quedado los valores espartanos de nuestros guerreros de la Independencia, que se sumaban al ejército de Belgrano sin reclamar nada más que la oportunidad de liberarnos del yugo español. ¿No hay ya más, acaso, gloriosos patriotas como el Tamborcito de Tacuarí? ¿O como José María Paz, el Manco, que se sumó al ejército de Belgrano a los 16 años?
Mi vida por un subsidio. Lindo título para que Caetano se haga una película además de la que, con mis impuestos, está haciendo sobre el ladrón de gallinas que nos dejó durante el Censo.
Nico
Esos truchos que estuvieron en el continente pasaron el mismo riesgo que yo en esos meses en una escuela primaria de Buenos Aires.
ReplyDeleteLos verdaderos veteranos deberían ir y cagarlos a palos. Me imagino pocas cosas que me provoquen tanta vergüenza ajena.