"El pueblo que habita estas extensas comarcas se compone de dos razas diversas, que, mezclándose, forman medios tintes imperceptibles, españoles e indígenas. En las campañas de Córdoba y San Luis predomina la raza española pura, y es común encontrar en los campos, pastoreando ovejas, muchachas tan blancas, tan rosadas y hermosas, como querrían serlo las elegantes de una capital. En Santiago del Estero, el grueso de la población campesina habla aún la quichua, que revela su origen indio. En Corrientes, los campesinos usan un dialecto español muy gracioso. -Dame, general, un chiripá- decían a Lavalle sus soldados.
En la campaña de Buenos Aires, se reconoce todavía el soldado andaluz; y en la ciudad predominan los apellidos extranjeros. La raza negra, casi extinta ya -excepto en Buenos Aires-, ha dejado sus zambos y mulatos, habitantes de las ciudades, eslabón que liga al hombre civilizado con el palurdo; raza inclinada a la civilización, dotada de talento y de los más bellos instintos de progresos.
Por lo demás, de la fusión de estas tres familias ha resultado un todo homogéneo, que se distingue por su amor a la ociosidad e incapacidad industrial, cuando la educación y las exigencias de una posición social no vienen a ponerle espuela y sacarla de su paso habitual. Mucho debe haber contribuido a producir este resultado desgraciado la incorporación de indígenas que hizo la colonización. Las razas americanas viven en la ociosidad, y se muestran incapaces, aun por medio de la compulsión, para dedicarse a un trabajo duro y seguido. Esto sugirió la idea de introducir negros en América, que tan fatales resultados ha producido. Pero no se ha mostrado mejor dotada de acción la raza española, cuando se ha visto en los desiertos americanos abandonada a sus propios instintos.
Da compasión y vergüenza en la República Argentina comparar la colonia alemana o escocesa del sur de Buenos Aires y la villa que se forma en el interior: en la primera, las casitas son pintadas; el frente de la casa, siempre aseado, adornado de flores y arbustillos graciosos; el amueblado, sencillo, pero completo; la vajilla, de cobre o estaño, reluciente siempre; la cama, con cortinillas graciosas, y los habitantes, en un movimiento y acción continuos. Ordeñando vacas, fabricando mantequilla y quesos, han logrado algunas familias hacer fortunas colosales y retirarse a la ciudad, a gozar de las comodidades.
La villa nacional es el reverso indigno de esta medalla: niños sucios y cubiertos de harapos viven en una jauría de perros; hombres tendidos por el suelo, en la más completa inacción; el desaseo y la pobreza por todas partes; una mesita y petacas por todo amueblado; ranchos miserables por habitación, y un aspecto general de barbarie y de incuria los hacen notables.
Esta miseria, que ya va desapareciendo, y que es un accidente de las campañas pastoras, motivó, sin duda, las palabras que el despecho y la humillación de las armas inglesas arrancaron a Walter Scott: «Las vastas llanuras de Buenos Aires -dice- no están pobladas sino por cristianos salvajes, conocidos bajo el nombre de guachos (por decir Gauchos), cuyo principal amueblado consiste en cráneos de caballos, cuyo alimento es carne cruda y agua y cuyo pasatiempo favorito es reventar caballos en carreras forzadas. Desgraciadamente -añade el buen gringo-, prefirieron su independencia nacional a nuestros algodones y muselinas»1.¡Sería bueno proponerle a la Inglaterra, por ver, no más, cuántas varas de lienzo y cuántas piezas de muselina daría por poseer estas llanuras de Buenos Aires!"
Domingo F. Sarmiento, Facundo - 1845
Yo no lo quiero a Sarmiento porque le quería regalar la Patagonia a los chilenos. Todavía hay gente que lo sigue diciendo.
ReplyDeleteAño 2011, un paseo por el Gran Buenos Aires y lo que decía Sarmiento en 1845 sigue vigente. Salvo la petaca por el paco o el porro.
ReplyDeleteJe.
ReplyDeleteSi mirás mapas de la época, Patagonia figura como una tierra aparte, que ninguno de los dos paises habia anexado.
La patagonia hay que agradecersela a Roca.
ReplyDeleteel otro día una persona que conozco que estuvo haciendo un proyecto en una villa me dijo que volvió bastante decepcionado
ReplyDeletetiran las bolsas y la basura en el piso de su propio hogar, no parecen tener el más mínimo interés en mejorar su propia situación,
muchos te diran que no tienen educación: Mentira! Muchas de esas personas trabajan como servicio doméstico, en comercios y oficianas y saben perfectamente lo que es mantener con un cierto orden y limpieza un ambiente.
Off Topic: Esto es la opción al kirchnerismo?
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Nick, ¿es cierto lo del proeycto?
ReplyDeleteProyecto
ReplyDeleteHace más de 160 años que está todo claro, sólo había que tener la inteligencia de Sarmiento para verlo y expresarlo tan bien.
ReplyDeleteY sólo teníamos que tener la enorme torpeza de ignorarlo los últimos 100.