En todo el mundo, la gente vive cada día más, sencillamente no hay sistema que aguante si no se cambia la edad jubilatoria. No es cuestión de ideología.
¿Y que tal un sistema de capitalización? en donde cada uno es dueño de su dinero y este va dando intereses con los que despues se cobra la pensión... etc. Se podría empezar con un sistema mixto. Salir del sistema prusiano de reparto, de a poco, cosa de no dejar a nadie de a pie. Porque cuando el sistema colapse -Y colapsará. Sólo es cuestión de "cuando", no de "si"- no va a haber solución posible.
¿Hasta cúando vamos a dejar que el Estado se robe nuestro dinero de previsión jubilatoria y los mandamases de turno lo quemen a su gusto?
Pocas cosas me asombraron tanto como la absoluta indiferencia de los argentinos hacia la confiscación de las cuentas de ahorro para el retiro.
Los boludos que en 20 o 30 años estén de viejos en la puerta de los bancos una hora antes de que abran porque se quedaron sin plata por las jubilaciones miserables que van a cobrar, ¡¡¡¡se lo van a merecer!!!!
Yo creo que la absoluta indiferencia que destaca Blogovido se debe a que el argentino típico no entiende realmente el concepto de propiedad privada, sino un sentimiento más bien infantil de lo que guarda físicamente, quedando el resto sujeto a lo que "las leyes" dispongan.
Hace tiempo leí los comentarios de alguien que habia visitado Rusia, y describía una actitud similar en sus habitantes.
Aquí me cansé de comprobarlo, incluso con personas con títulos universitarios.
Juro que yo fui a protestar al congreso. Eramos no más de 15000, si no me equivoco el 1% de los que menos de 1 año antes habían optado por mantenerse en el sistema privado. Me imagino que el resto, son los mismos que votaron después sin cambiar de andén al Pino sensible social.
Creo que mas que nada es una etapa de inmadurez en el argento.
Me acuerdo que en una clase de Psicologia en el colegio (si! me enseniaban psico!), me contaron que habia distintos grados de madurez de acuerdo a lo que uno considera la mayor autoridad. Y un grado intermedio era cuando la mayor autoridad era la ley. Mientras que el mayor nivel era cuando la mayor autoridad eran las leyes de etica universal (o algo asi, fue hace mucho).
Caso que nos ocupa: si la ley dice que se puede optar por seguir en las AFJP, el 95% de los argentos chochos. Si la ley (votada por el Congreso) dice que hay que pasarse compulsivamente al reparto, el 95% de ese 95%, chocho.
Quizas los argentinos estamos hechos para ser ciudadanos de un pais en el cual los gobernantes no se pasen la ley por el perineo.
Massa, en Argentina la constitución, las leyes, los contratos, los fallos de la justicia y la palabra empeñada son de cumplimiento voluntario (les doy bola exclusivamente cuando me conviene).
Lo llamativo no es que millones de argentos no hayan dicho nada cuando se terminó con el sistema de capitalización y se volvió de prepo al de reparto sino cuando les afanaron sus ahorros previsionales. Esa plata era de cada uno de los aportantes. Es como si se hubieran quedado con tus cuentas bancarias.
Ah...pero te olvidaste de los escritores. Malo
ReplyDeletehttp://revistaislanegra.blogspot.es/1303233079/
Visto en BlogBis
Qué grande.
ReplyDelete¿Y que tal un sistema de capitalización? en donde cada uno es dueño de su dinero y este va dando intereses con los que despues se cobra la pensión... etc.
ReplyDeleteSe podría empezar con un sistema mixto. Salir del sistema prusiano de reparto, de a poco, cosa de no dejar a nadie de a pie. Porque cuando el sistema colapse -Y colapsará. Sólo es cuestión de "cuando", no de "si"- no va a haber solución posible.
¿Hasta cúando vamos a dejar que el Estado se robe nuestro dinero de previsión jubilatoria y los mandamases de turno lo quemen a su gusto?
Claudio.
No sé cómo se hace para volver a un sistema de capitalización en Argentina, Claudio.
ReplyDeletePocas cosas me asombraron tanto como la absoluta indiferencia de los argentinos hacia la confiscación de las cuentas de ahorro para el retiro.
ReplyDeleteLos boludos que en 20 o 30 años estén de viejos en la puerta de los bancos una hora antes de que abran porque se quedaron sin plata por las jubilaciones miserables que van a cobrar, ¡¡¡¡se lo van a merecer!!!!
Blogo, me resulta absolutamente inexplicable. Creo que es de las cosas que mejor describen lo que pasa por la cabeza del argento promedio.
ReplyDeleteYo creo que la absoluta indiferencia que destaca Blogovido se debe a que el argentino típico no entiende realmente el concepto de propiedad privada, sino un sentimiento más bien infantil de lo que guarda físicamente, quedando el resto sujeto a lo que "las leyes" dispongan.
ReplyDeleteHace tiempo leí los comentarios de alguien que habia visitado Rusia, y describía una actitud similar en sus habitantes.
Aquí me cansé de comprobarlo, incluso con personas con títulos universitarios.
Pablo
Juro que yo fui a protestar al congreso. Eramos no más de 15000, si no me equivoco el 1% de los que menos de 1 año antes habían optado por mantenerse en el sistema privado. Me imagino que el resto, son los mismos que votaron después sin cambiar de andén al Pino sensible social.
ReplyDelete(Estamos al horno)(Ojo, ellos incluídos)
Creo que mas que nada es una etapa de inmadurez en el argento.
ReplyDeleteMe acuerdo que en una clase de Psicologia en el colegio (si! me enseniaban psico!), me contaron que habia distintos grados de madurez de acuerdo a lo que uno considera la mayor autoridad. Y un grado intermedio era cuando la mayor autoridad era la ley. Mientras que el mayor nivel era cuando la mayor autoridad eran las leyes de etica universal (o algo asi, fue hace mucho).
Caso que nos ocupa: si la ley dice que se puede optar por seguir en las AFJP, el 95% de los argentos chochos. Si la ley (votada por el Congreso) dice que hay que pasarse compulsivamente al reparto, el 95% de ese 95%, chocho.
Quizas los argentinos estamos hechos para ser ciudadanos de un pais en el cual los gobernantes no se pasen la ley por el perineo.
Me inspire. Voy a hacer un post sobre eso.
Massa, en Argentina la constitución, las leyes, los contratos, los fallos de la justicia y la palabra empeñada son de cumplimiento voluntario (les doy bola exclusivamente cuando me conviene).
ReplyDeleteLo llamativo no es que millones de argentos no hayan dicho nada cuando se terminó con el sistema de capitalización y se volvió de prepo al de reparto sino cuando les afanaron sus ahorros previsionales. Esa plata era de cada uno de los aportantes. Es como si se hubieran quedado con tus cuentas bancarias.