Increíble

Esta mañana leía en el diario que un empresario de la construcción local, que tiene más de mil viviendas en la ciudad, desistió de un proyecto de inversión de 40 millones de dólares para construir otras 300.

Llevaba más de un año lidiando con el consejo deliberante y al final se cansó de las trabas y de la franela galopante y va a invertir la plata en otro distrito. Estamos hablando de las mismas autoridades municipales que después gastas fortunas absurdas en viviendas subsidiadas para los "pobres" del distrito.

No es más que otro ejemplo del increíble sesgo contra la iniciativa privada que tienen la mayoría de los políticos en Québec. Definitivamente de las cosas que uno no espera encontrar por acá. Estamos hablando de los mismos políticos que después despilfarran alegremente millones de dólares de los contribuyentes en cuestiones que no tienen nada que ver con las funciones especificas del estado, como aerolíneas, compañías de colectivos, proyectos “ecológicos”, transportar la basura a 60 kilómetros de acá y demás.

Si en lugar de Canadá estuviéramos hablando de alguna provincia argentina, trabajaríamos sobre el supuesto de que el empresario en cuestión no se avino a gatillar la coima que le pedían.