"En verdad el comunismo fracasó porque como hacían los mejores productos se quedaron sin trabajo"
Ya lo decía Bastiat:
Un chico algo travieso, tira un ladrillo contra la ventana de la panadería de su barrio y la destroza. El panadero sale furioso a la calle, pero el chico ya se ha ido.
Rápidamente comienza a reunirse un grupo de curiosos que observan los restos de la vidriera sobre los panes y las facturas del local. Algunos de los curiosos comienzan a filosofar acerca del hecho y expresan que, después de todo, esta desgracia puede tener su lado bueno: significará una ganancia para algún vidriero.
¿Cuánto cuesta un nuevo vidrio? ¿100 pesos? No es una suma tan importante. Además, si los vidrios nunca se rompiesen ¿Qué pasaría con los negocios de vidriería?
El razonamiento continúa. El vidriero tendrá $100 más para gastar en otras cosas y esto a su vez hará que otros gasten esos $100 y así hasta el infinito.
La "ventana rota", va a ir generando dinero y empleos en forma de espiral y la muchedumbre concluirá, entonces, que el chico travieso lejos de ser una amenaza pública, se ha convertido en un benefactor social!.
Hasta aquí la historia, pero veamos el caso desde otra perspectiva.
La multitud estaba en lo cierto al menos en algo: la ventana rota implicará más ganancia para algún vidriero, quien seguramente, se pondrá muy feliz gracias a este pequeño acto de vandalismo. Pero ¿Qué sucede con el panadero?
El panadero tendrá $100 menos para gastar, por ejemplo, en comprarse un traje nuevo.
Debido a que tuvo que reponer su vidriera, se quedará sin su traje nuevo (o cualquier otra cosa que hubiese deseado adquirir). En lugar de tener una ventana y $100, ahora sólo tiene la ventana. Más bien, como él pensaba ir a comprarse el traje esa tarde, en lugar de tener ambas cosas, la ventana y el traje, deberá contentarse con tener solamente la ventana.
Si pensamos en el panadero como miembro de la comunidad, la misma ha perdido la posibilidad de tener un nuevo traje que de otra forma hubiese existido, es decir que en este sentido: se ha empobrecido (carece de algo que necesitaba).
La ganancia que obtiene el vidriero, no es otra cosa que la pérdida que tiene ahora el sastre. Ningún nuevo "empleo" ha sido creado.
La multitud solamente estaba pensando en 2 partes de la transacción: el panadero y el vidriero.Se olvidaron de la 3a parte potencial involucrada en ella: el sastre.
Ese olvido se debe precisamente a que el sastre nunca entró en escena.
La gente verá la nueva ventana colocada al día siguiente. Lo que nunca verán es el traje nuevo, simplemente porque nunca será confeccionado.Ven solamente lo que es inmediatamente visible a sus ojos.
Esta "Falacia de la ventana rota", bajo innumerables disfraces ha sido una de las más persistentes en la historia de la economía.
Es solemnemente reafirmada cada día por grandes capitanes de la industria, cámaras de comercio, lideres sindicales, editorialistas y periodistas radiales, expertos en estadísticas y profesores de economía de las mejores universidades.
Son los mismos que sostienen que la reconstrucción luego una guerra o un terremoto crea riqueza. Uno de éllos, Krugman.
ReplyDeleteEs lo que siempre digo, hay que matar gente para que no haya consumo.
ReplyDeleteAntes que nada, me ratonea la voz de la narradora.
Lo segundo, compra HP.
El video se agarra de algunas verdades como la obsolescencia programada, que existe en varios aspectos de la produccion, pero no toma en cuenta los costos de los productos.
La lamparita de cien años duro lo que duro porque el filamento estaba sobredimensionado para el voltaje que usa. Por eso se ve que no alumbra un carajo.
Las bombitas tienen la vida que tienen porque se basa en un calculo basico de relacion entre la maxima potencia luminica que le podes sacar con el minimo filamento posible y una duracion aceptable, asi producir la lamparita con el menor costo posible.
Por ejemplo la bombita centenaria costaria unas diez veces mas solo por el costo del filamento, y encima los lumenes que conseguis son pedorros.
El nieto de Philips te vende las LED, pero no te dice que cuestan 50 dolares las mas aceptables.
Todo pasa por una cuestion de costos.
Puedo tener un Rolex que me va durar toda la vida, la de mis hijos y la de mis nietos, pero tengo que gatillar 10 lucas verdes.
O puedo tener un Casio que me dura unos cuantos años pero solo me cuesta 20 dolares.
El Rolex lo podran comprar unos pocos y el Casio, millones, que no podrian tener un reloj si no fuera por el avance de la tecnologia.
Ah, y avisenles a lso revolucionarios del contraconsumo, si tan dedicados estan al tema, no usen las computadores de ultima generacion que se ven en el video.
Comprense unas 486 con el Windows 3.1, que joder.
Había visto este "documental" hace un tiempo y por supuesto hay un teórico franchute anticapitalista miope o tendencioso detrás.
ReplyDeleteYo me pregunto si Steve Jobs debería esperar para sacar su primera Ipad 10 años hasta tener un procesador que aún no se inventó (y que al poco tiempo sería obsoleto), pipí-cucú y a su gusto o debe innovar y mejorar su producto constantemente sobre la marcha, adelantándose y marcando el camino a los demás.
A propósito, ¿Francia, en qué se destaca, salvo como buen copiador de productos que crearon otros y perfumes, moda, cristales y joyas? Que no lo hace mal, por cierto.
Veo la Argentina llena de Citroens y Peugeots a precios ridículos, trenes bala fruto de acuerdos entre gobiernos y al ex presidente de Peugeot Argentina de embajador en Francia. ¿Casualidad?
¿Es en serio?
ReplyDelete"Magiclick: garantizado por 104 años..." hahahahaha...!!!
ReplyDeleteA mi me mató el francés de la teoría del "decrecimiento", quería volver al nivel de consumo de la Francia de 1960, y te lo decía desde un departamento a todo culo en París, un cara rota. Espero que si tiene un problema de salud se niegue a que le hagan una tomografía computada, una resonancia magnética o cualquier otro tipo de tratamiento posterior a 1960.
ReplyDeleteLouis, si me hace la pregunta a mi, Si, es absolutamente cierto
ReplyDeleteBeto, me ahorró una googleada de horas :)
ReplyDeleteComo se nota que no dicen jamás cuanto costaban esos productos revolucionarios que duraban tanto, ni un miserable ejemplo.