Ruinas Circulares

Perdón Jorge Luis por el afano. Pero lo de Siderar y otras empresas es muy interesante. El movimiento populachero nazi fascista popular, que toma la forma de peronismo y otras veces de radicalismo, se hace pis y caca con las obras faraónicas. Yacyretá, Atucha, grandes puentes, plantas de enriquecimiento de uranio, plantas de agua pesada, fábricas de aviones, trenes bala, etc... Para muchos de esos proyectos faraónicos e imperialistas, necesitan empresas privadas como contratistas. Solo algunas empresas tienen el tamaño, la logística y el "know how" para ejecutar las obras faraónicas. Como el gobierno siempre tiene déficit fiscal porque gasta más de lo que nos roba con los impuestos, tiene que pedir fondos por adelantado de lo que nos va a robar en el futuro, la famosa "deuda externa". Curiosamente, el gobierno militar, el de facto, fue uno de los mayores ejecutores de obras faraónicas que tanto desvela a la izquierda. Las empresas contratistas, la famosa patria contratista que la izquierda tanto critica, estallan de alegría ante cada nuevo proyecto faraónico, si fuera por Benito Roggio, te hace un puente de acero y hormigón a la Luna. La patria contratista siempre factura, así que no le importa si la obra sirve o no sirve, o si tiene algún sentido económico.

Pero es muy interesante la relación amor odio. La izquierda pedorra y delirante argentina incentiva la creación y aumento de la deuda externa y de la existencia de la patria contratista, pero después declara que repudia la deuda externa (sí, la misma que financió las obras faraónicas) y desprecia a la patria contratista (sí, la misma que le hizo la ingeniería de la obra faraónica). Así quedan enredados en un argumento circular donde aman sus propuestas y odían sus resultados.