Hasta el golpe a De la Rúa, por lo menos de la boca para afuera y aún sin hacer nada al respecto, la mayoría de argentinos – incluida la corporación política - era conciente de que hacer mal las cosas estaba mal. Cuando digo “hacer mal las cosas” me refiero a cuestiones como la falta de respeto por la ley y los contratos, la corrupción, el clientelismo, fomentar el odio y el resentimiento, la violencia como método político y demás. Cuando digo “estaba mal” me refiero a que es imposible obtener buenos resultados haciendo mal las cosas.
Uno de los aspectos que más entusiasmo generó de la Argentina del “modelo” es justamente haber logrado que en la mente de mucha gente los defectos se hayan convertido en virtudes. De rompe y raja, millones de argentinos sintieron que les sacaban un peso enorme de encima. Como en el chiste del señor con incontinencia que va al psicólogo, ya no hace falta cambiar y empezar a hacer bien las cosas. El camino para salir de la pobreza y del atraso es seguir haciéndolas mal, porque ahora, gracias a la magia del “modelo”, hacerlas mal es hacerlas bien.
En ese sentido, el retroceso es muy claro. En algún momento habrá que volver a admitir que el problema existe.
El placer en no respetar la ley o las normas es patológico en Argentina, solo basta pararse en un semaforo en el GBA o en las casillas de peaje. Si le preguntas a los infractores porque lo hacen te van a explicar tantas cosas por las que deberías decir tienen razón.
ReplyDeleteRealmente lo peor que le pudiera haber pasado a este país es este viento de cola, que nos hace sentir como que estamos bien porque violamos cuanta ley económica pudiera haber.
Para recuperar el "Lex dura lex sed lex" creo que va a hacer falta otra experiencia autoritaría, cosa dificil en el siglo XXI, y no veo que pueda ser más que de izquierda.
De otra manera vamos a convertirnos en el primer pais gobernado por la mafia.
Louis, el articulo de la cuestion de inconsistencia lo escribiste vos? Felicitaciones en caso afirmativo. Me encantó.
ReplyDeleteRodrigo.
Sí, hace muchos años.
ReplyDeleteLouis, lo suyo ya es un apostolado. Bienaventurado sea.
ReplyDeleteDon Pero, ¿usted también lo ve así?
ReplyDeleteEs la neo-lengua del gran hermano de 1984: 2+2=5, porque lo dice el déspota. Sólo que acá los discursos salen de abajo y los repiten arriba. Casi que no hace falta convencer a la masa.
ReplyDeleteEs todo un autoengaño.
"Mentira, mentira yo quize decirle..."
Claudio.
Por supuesto Louis. Como graciosamente decía aunt Maggie: "El socialismo funciona hasta que se acaba la plata de los otros"
ReplyDeleteCladui, fijate que es mucho peor. Los argentinos tontos no son. Es el deseo a creer en estos disparates y una enorme pereza.
ReplyDeleteExactamente eso digo: "autoengaño". Una fabulación que uno desea ver cumplida, aún negando las evidencias de lo real.
ReplyDeleteClaudio.