¿Qué se puede esperar de una mujer que está todo el tiempo medicada hasta las orejas?
En España ya hablan de Cristina y su peligrosa relación con los medicamentos.
La Presidenta consume, desde el valijagate en 2005, Zentius (un antidepresivo en base a la droga citalopram) y Rivotril (ansiolítico).
Ambas drogas, cuando son consumidas durante largo tiempo, producen efectos secundarios, entre ellos, la abrupta caída de la presión arterial.
Esos episodios de lipotimias son tan frecuentes en la Presidenta que ella hasta les ha puesto un nombre, "pum para abajo", para describir el efecto que le producen: un desgano total, una obnubilación de los sentidos que sólo puede superar aislándose de los asuntos de Estado y de los colaboradores.
Así ya ha tenido cinco recaídas fuertes en los últimos tiempos.
Para contrarrestar la caída de la presión arterial, Cristina bebe Gatorade en su versión Orange Ice, rica en sales minerales y toma etilefrina, una droga con efecto anti-hipotensor. Y como además sufre de dolor en las cervicales, los médicos le recetaron el antiinflamatorio Diclofenac y Pridinol para relajar los músculos. Para combatir la disfonía, otro síntoma de ansiedad, toma corticoides por vía oral.
Con todo este laboratorio en su cabeza, ¿qué decisión medianamente racional puede tomar?
Emperator
La culpa es de la oposición y los medios por los disgustos que le dan.
ReplyDeleteEmpastillada hasta las elecciones, y sobredosis después. Para los neomontos, en política no hay nada mejor que un mito que sostenga el relato, y si son dos, mejor.
ReplyDeletela "peligrosa relacion con los medicamentos" empezo con Capaccioli y los fondos de campaña.
ReplyDeleteDr House diagnostica mejor "when is on Vicodyn".
ReplyDelete¿Lo estará imitando?
Por qué no convida la señora? yo también quiero conocer el país de las maravillas...
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