Que un parricida se haya convertido en uno de los principales mandamases de una organización de madres que perdieron a sus hijos habla a las claras de la estructura mental de la izquierda.
Si la vieja gorda dice haber perdido a sus dos hijos (los que están en España) y este "buen muchacho" dice haber perdido a sus padres, uno precisa a la otra para emparejar los tantos. El hecho de que ella los haya matado de palabra y él lo hizo realidad a su manera, no cambia que el partido esté parejo.
Si la vieja gorda dice haber perdido a sus dos hijos (los que están en España) y este "buen muchacho" dice haber perdido a sus padres, uno precisa a la otra para emparejar los tantos. El hecho de que ella los haya matado de palabra y él lo hizo realidad a su manera, no cambia que el partido esté parejo.
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