Ayer -¿o era antes de ayer?- escuché por la radio al chivo Rossi, hablando de la sanción de la nueva ley de prepagas. Decía, más o menos, "que estaba conforme porque esto es lo que pedía la gente, que no hubiera límites de edad, que no hubiera carencias (es decir, períodos sin prestación luego de inscribirse en un plan, para evitar la especulación del "me enfermo ahora, pago la cuota después")... la gente lo quería, lo había pedido, y ahí estaba la ley."
No me pareció un detalle menor que Rossi se cuidara como de hacerse pis en la cama de decir que esa ley era buena, o que iba a reducir los costos de las prepagas, o que iba a universalizar más la salud, o que la gente iba a verse beneficiada. No lo dijo, porque sabe positivamente que no es así. Dijo "lo quisieron, acá lo tienen, se lo dimos." Y en eso, tenía toda la razón.
Me mata el ánimo que en el fondo esta gente sepa positivamente el daño que está haciendo, que sepan positivamente los impactos y las últimas consecuencias de sus leyes, que acepten estas decisiones para darle el macabro gusto a Moyano. Me jode la alevosía. Y que todo ahora quede en manos de algún juez que tenga los huevos del tamaño de dos bolas de grillete, como última instancia de cordura ante la irracionalidad.
Pero el ánimo va y viene. Lo que es peor es que este tema me mató la fe. No he encontrado persona en el ámbito de mi trabajo que -aún conociéndome- me vinieran con la noticia y no me dijeran "¿viste qué bueno lo de la ley de obras sociales?" Con total ingenuidad, con absoluta alegría por la "conquista", con el pecho inflado de "justicia" por la "reivindicación", con la mirada llena de revancha contra "las empresas". Obviamente, con cada uno, medio que me trencé retrucando su voluntarioso comentario con un "a mí me parece una atrocidad y una hijoputez". Pero sé que es al pedo. Soy un choto, un aristócrata, un gorila, un pedante, un insensible. Sin que me lo digan, por supuesto, pero a buen entendedor. "La salud es un derecho", como me dijeron casi amonestándome, y en cándida self-righteousness.
Pocas veces me quedó tan claro como ahora que lo que tenemos es lo que buscamos; que lo que sufrimos, lo que merecemos. Ni con lo de la expropiación de las AFJPs me había sentido como con este tema. Y me río un poco -sarcásticamente, digo- de mis propios comentarios cuando hasta hace unos días puteaba a tal o a cual candidato por no "jugarse", por no "dar la pelea". ¿Jugarse para qué? ¿Dar la pelea por quién, por quiénes? ¿Por los mismos que -en masa- pedimos las medidas cuyas consecuencias terminan masacrándonos, negándonos histéricamente a unir causas con consecuencias?
O será que hoy me levanté, miré para abajo, y tenía dos piez izquierdos.
JL, yo honestamente no lo puedo entender, hacer pipí contra el viento, escupir al cielo, hacer popó en órbita es poco. No quise opinar demasiado del tema porque después me dicen que soy excesivamente duro en mis percepciones sobre el país y sus habitantes.
ReplyDeleteNo lo tomes a mal, pero como con lo de las AFJP (la diferencias es que ahí los dejaron sin futuro y con la estatización de las prepagas los dejan sin salud en el presente), lo tienen MUY bien merecido.
Louis, con lo de las AFJPs a mí me había quedado la sensación de que -en general- era un tema que los argentinos "habíamos soportado" sin chillar.
ReplyDeletePero con este tema de la salud queda a las claras que no es una ley que soportamos de esta manga de sátrapas sino que activamente buscamos y luego aplaudimos.
TODO lo que nos pasa lo tenemos merecido, excepto el precio de la soja por las nubes.
Y si esto avanza, cuando todo sea un desastre, ¿quién va a tener la culpa por los costos crecientes de la salud? Pero por supuesto, mi querido Louis, LAS EMPRESAS. Si la intención de una medida es buena, y sale para el carajo, la culpa es del mercado, siempre.
JL
No te quepa la menor duda, JL, como cuando congelaron las tarifas de servicios públicos en precios irrisorios, la culpa es de la economía de mercado.
ReplyDeleteEstoy cansado de escuchar a la gente alegre por la conquista... sin ver que se decretó la falta de sentido común
ReplyDeleteJosé Luis, no conozco argento alguno que haya 'pedido' por esta ley, salvo algún vecino o pariente de Rossi; es más, me juego a que casi nadie tiene idea lo que se votó.
ReplyDeletePero como a vos, hoy me amanecí rodeado de gente que está 'chocha' con este engendro; sospecho que están esperando algún milagro o maná sanitario que llegue del cielo.
Prueba más que evidente que la gran mayoría está absolutamente desquiciada y no le importa un joraca de nada.
Jose Luis, sobreestimas a la gente. La gente come lo que le dice el gobierno.
ReplyDeleteSi hablabas con "la gente" en los 90 parecia que hubieran leido Ayn Rand (salvo excepciones).
El dia que suba alguien de centroderecha (que sera cuando explote todo) empezara de nuevo el lavado de cabeza y diran a todo que si.
El problema de este pueblo es que hace falta un tipo honesto para manejarlo. Pero nunca habia subido alguien tan, pero TAN hijo de puta. Boludos, a montones. Pero TAN hijo de puta, solamente Peron. Y por lo menos Peron tenia algunas cosas de estadista. Estos, nada.
Saludos.
Patricio, tal cual, como no sea en este ámbito, o en el íntimo familiar, no he encontrado gente que no esté encantada.
ReplyDeleteJL
Francisco, es cierto, por ahí no eran "pedidos" formales. Pero yo sí vi gente puteando por el costo de las prepagas, por el tema de las carencias, por el tema de las edades. En otro momento voy a postear una historia que viene al caso.
ReplyDeleteJL
Massa, discrepo. Yo prefiero responsabilizar a la gente por lo que pasa. Justamente por ser pelotudos, e ingenuos, e iletrados económicamente.
ReplyDeleteSi no, es la teoría de que "necesitamos a alguien" que nos venga a sacar del pozo. Un líder. Una voluntad fuerte. Que a veces será sensato y justo, pero otras -la mayoría- demagógico, prebendario y tiránico.
Y eso es justamente lo que nos viene condenando desde tiempos de Rosas.
Coincidimos en que "el pueblo" en Argentina es pelotudo, pero yo lo hago responsable por su pelotudez. No vamos a salir con un tipo bueno, ni con dos. Vamos a salir cuando dejemos de ser pelotudos.
JL
Massa, de ser cierta tu explicación, la Argentina vendría a ser una nación de mucamas paraguayas. Puede ser. Pero hasta la proverbial sirvienta de Ciudad del Este debería ser capaz de aprender de las experiencias del pasado. Fool me once, shame on you; fool me twice, shame on me.
ReplyDeleteJose Luis, tenes una explicación de porque somos asi? en Italia patria de los abuelos de los argentinos si presentan una ley asi se cagan todos de risa.
ReplyDeleteNo sé, me falta conocer mucha historia. Me bajé el Facundo de D.F.Sarmiento al Kindle, que no lo había leído nunca. Te copio un parrafete que agarré pispeando el libro:
ReplyDeleteDa compasión y vergüenza en la República Argentina comparar la colonia alemana o escocesa del Sur de Buenos Aires y la villa que se forma en el interior; en la primera las casitas son pintadas, el frente de la casa siempre aseado, adornado de flores y arbustillos graciosos; el amueblado sencillo, pero completo; la vajilla, de cobre o de estaño, reluciendo siempre; la cama con cortinillas graciosas, y los habitantes, en un movimiento y acción continuos. Ordeñando vacas, fabricando mantequilla y quesos, han logrado algunas familias hacer fortunas colosales y retirarse a la ciudad a gozar de las comodidades. La villa nacional es el reverso de esta medalla: niños sucios y cubiertos de harapos viven con una jauría de perros; hombres tendidos en el suelo en la más completa inacción; el desaseo y la pobreza por todas partes; una mesita y petacas por todo amueblado; ranchos miserables por habitación, y un aspecto general de barbarie y de incuria los hacen notables.
JL
La propuesta de salud para todos es divina mientras nadie haga una cuenta.
ReplyDeleteNosotros tenemos la extraña virtud de ir al revés de la corriente a lo grande: en el mundo la gente se rompe la cabeza para ver cómo financiar a las generaciones que vienen que se tienen que jubilar, y a los costos crecientes de la medicina y la cobertura médica. Nosotros acá aumentamos la base de gente que se jubila sin haberle dado media pensada a cómo les lograremos pagar, y ahora con esta genial vuelta de tuerca, ademas les aseguramos a todos y a todas la cobertura medica de sus sueños, sin tener idea de que vamos a hacer cuando llegue la cuenta.
Pd: Si era tan facil como sacar una ley pedorra, porque no lo teniamos antes?
Coincido plenamente en que tienen claro el daño que hacen, pero les importa mucho más la apariencia de haber hecho algo bueno, que es lo que rinde.
ReplyDeleteAdemás la discusión que se plantea es bien binaria: o apoyas la ley o estas en contra de que se regule a la prepaga para que la gente reciba atencion de primera. Bien basico ningun analisis mas alla de los titulos.
Se olvidaron de otro punto: de esa ley quedaron afuera las mutuales, asociaciones civiles y fundaciones, cooperativas y...obras sociales sindicales.
ReplyDeleteAndrés
Pero por supuesto Andrés. Los "derechos inalienables" son una fiesta cuya cuenta se la mandan siempre a la actividad privada.
ReplyDeleteJL
Mariana, claro. Como dice Louis: si el estado genera riqueza, la emisión no genera inflación, si existe el derecho a un salario digno, a una casa, a la mejor prestación de salud, etc, ¿por qué no nos mandan el gobierno un cheque a cada uno por -digamos- 300 lucas y chau piche?
ReplyDeleteDurmieron, en esa durmieron.
JL
Como dice en Mateo 7: "Pedid y se os concederá."
ReplyDeleteJL
Se meten con las prepagas porque son pocas y grandes, y bastante pueden sacar...
ReplyDeletePor algo, hasta ahora, no se metieron con la educación privada...
Andy, si se meten (más todavía) con la educación privada dejan al 50% de los alumnos del país sin acceso a la educación.
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