Lo que sorprende no son los tejes y manejes de mamita Hebe y su banda con fondos de los contribuyentes sino, como me decía Rubén hace unos días, que la cosa haya salido a la luz.
¿Da para entusiasmase pensando que se trata del principio del fin de las mafias enquistadas en el poder o la cosa tiene mucho más que ver con ajustes de cuentas entre facciones o bandas?
Me cierra mucho más la segunda explicación, no lo tomen a mal. En Argentina no se trata de algunas manzanas agusanadas en un primoroso cajón de fruta sana, lustrosa y limpia sino de un sistema absolutamente discrecional, corporativista, prebendario que parece diseñado para que los sectores con mayor llegada al gobierno de turno utilicen al estado para beneficio propio.
Sin reformas a fondo, que implican necesariamente salir del populismo clientelista en lo político y del corporativismo prebendario en lo económico, es imposible terminar con este flagelo.
Louis, no soy optimista. Lo de Chorrender apañado por Hebita ya se sabía hace rato. Que haya pasado a las primeras planas es más una lucha por espacios de poder entre facciones del mismo régimen que otra cosa.
ReplyDeleteEs mi impresión, Don Pero.
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