Por un lado tienen a cientos de personas pegando calcomanías de “industria argentina” a productos chinos en galpones de Tierra del Fuego para satisfacer el fetichismo “tecnológico – industrial” y por otro siguen reventando a impuestos a todo lo que tenga que ver con la tecnología.
La esquizofrenia como política de estado.
(Gracias, Beto)
¡Santa Cruz y Tierra del Fuego a Chile ya!
ReplyDeleteNo sólo no aportan "recursos" sino que los chupan.