En su columna de hoy en La Nación, pero creo que básicamente hace hincapié en lo que venimos repitiendo por acá, a esta gente hay que sacarla del poder con el voto mientras todavía le lleven el apunte a los resultados electorales:
La Argentina enfrenta un profundo dilema institucional. Si de aquí a octubre gana la democracia, el despotismo kirchnerista se desvanecerá. En caso contrario, enfermo o no, Chávez nos visitará.
Van a caer solos cuando se acabe la plata, asi se evita (perdón) que la vaca quede como una futura salvadora.
ReplyDeleteSeñales del futuro
ReplyDeleteEn cualquier parte del mundo, si un ministro no logra los objetivos que se fija, probablemente termine en la calle por incompetente.
Pero Argentina es diferente.
El Ministro Boudou se planteó al asumir unos objetivos muy concretos, de los cuales no logró ninguno: no normalizó el INDEC, no terminó de salir del default, no solucionó el conflicto con el Club de París y tampoco normalizó la relación con el FMI.
En la entrega de premios organizada por Cristina (ninguno de los candidatos a Vice sabía quién sería el elegido), la Presidenta justificó a Boudou diciendo que tenía dos virtudes: "lealtad y valentía". ¿Eficiencia, capacidad para administrar la economía?, ¿para qué? ¿a quién le importan esas cosas?.
En esa misma ceremonia, aclaró por qué estaba encantada con Boudou: la confiscación de los fondos de las AFJP, el pago de la deuda con reservas del banco central y la invasión de los directorios de las empresas participadas por las ex-AFJP.
En resumen, nada de efectividad en gestionar la economía, pero mucha lealtad para defender lo indefendible (¿la inflación afecta más a los ricos?) y algo de valentía para confiscar diversas cajas (algo vital para el populismo).
Esta es una clara señal: para ser reconocido como K hay que ser leal y robar cuanta caja se pueda. ¿Qué cajas confiscarán a continuación?
Al margen, otra señal de la Presi es el premio a Feletti, Viceministro de Boudou, para que integre su lista en Capital. Este tipo es el que se hizo famoso diciendo que “en el país (…) continuaron adoptándose decisiones de negocios de manera ‘libremercadista’, esto tiene que empezar a cambiar" y también “uno de los problemas del populismo es que no era sustentable, ya que no podía apropiarse de factores de renta importantes. Esto es lo que cambió. Un proceso de estas características debería profundizarse. Ganada la batalla cultural contra los medios, y con un posible triunfo electoral en ciernes, no tenés límites”.
Más claro, échale agua.
Emperator