Yo sigo sin poder creer que millones de argentinos universitarios de clase media, que tienen que trabajar y pagar impuestos, incluida la inflación, para vivir no se den cuenta de el país va, no por mal camino, sino en el sentido contrario del que tendría que ir si la idea es salir de la miseria y del atraso.
Ayer a la tarde Rosenwasser me decía que él cree que en la mayoría de los casos la gente sí se da cuenta, pero que no lo va a admitir públicamente. Muchos menos si la cosa viene de confrontación y el interlocutor es un neoliberal menemista, colaborador del proceso, que disfruta con el sufrimiento del Pueblo.
Según el destacado analista santiagueño, los argentinos tienen la tendencia a vivir todos los temas como al fútbol, incluida la política. Se es de Central Córdoba o de Mitre, de Atlético Tucumán o de San Martín, y la cosa es para toda la vida, desde el nacimiento. ¿O ustedes conocen algún decano que se haya convertido en santo?
Al principio de la charla, te van a decir que está todo pipí cucú, mejor que nunca, Fantástico Tropical. La Argentina kirchnerista es el mejor país, la envidia del mundo. Damos cátedra. Fijate sino cómo está España. Mi primo que vivía en Barcelona se volvió a Las Termas. Los extranjeros hacen cola para radicarse en el país. Te van a hablar de la dignidad, de los récords del “modelo”, de los “derechos humanos” y la mar en coche.
Pero a medida que avanza la cosa, se acumulan los pocillos en la mesa y se dan cuenta de que el que tienen al frente no tiene como objetivo gastarlos por el fracaso sino que están del mismo lado del mostrador, empiezan a aparecer, muy de a puchitos y con mucho cuidado, las dudas, después las preocupaciones y, finalmente, la certeza de que el estado de cosas actual es insostenible.
Los temas que más salen son la inflación y la inseguridad. Pero también jode mucho la pésima imagen internacional del país, haber quedado en la misma bolsa con Chávez, el deterioro de la infraestructura, la corrupción, la bronca por el clientelismo más descarado, el tendal de pobreza.
Son las consecuencias de la puesta en práctica de esta visión particular del mundo que tiene la que yo llamo Generación Mafalda™ - doctrina "progre" desde la pre-adolescencia.
ReplyDeleteUltimamente te estás topando con gente muy interesante.
ReplyDeleteLos que viven en países desarrollados y alaban nuestros paraísos latinoamericanos, y ahora sudacas felices que reflexionan y se dan cuenta que viven en una bolsa de basura.
Habrá una epidemia mundial de esquizofrenia y yo no me enteré?
Pero confío en mi cordura: sé perfectamente que vivo en el país de las maravillas de la Presi, y soy tan imbécil que no me doy cuenta.
Pobre de mí.
Es que no hay politicos que se banquen decir soy de derecha pro capitalista, antiprogresista, a la Berlusconi, como para que "la gente" tenga un referente.
ReplyDeleteBlas, López Murphy dice más o menos lo que vos decís, y nadie le da bola.
ReplyDelete