Me quedó dando vuelta lo del supuesto “trade-off” entre equidad y eficiencia, como si la ineficiencia fuera una virtud, algo deseable.
Fíjense que en realidad lo que hace las veces de sustento intelectual (si se lo puede llamar así) del “modelo” no es otra cosa que un intento más de justificar el fracaso, de los tantos a los que apelaron los argentinos durante la historia para no tener que hacer frente a la necesidad de hacer las cosas de otra manera.
Insisto: Hay que juntar los post del blog y escribir un libro de psicosociología política argentina.
ReplyDeleteClaudio.
Y el prólogo del libro debería ser simplemente las sabias palabras de la t-shirt de la foto.
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