Me suspendieron el vuelo por las cenizas así que me tuve que volver de Aeroparque a la oficina en Taxi.
Hablando con el tachero, un viejo macanudo, me comenta que él y el hermano habían tenido una fábrica de zapatos para hombres. Le vendía a zapaterías varias, y entre sus clientes más importantes estaba El Hogar Obrero. Veinticinco operarios trabajaban en su empresa.
"Tenía italianos y españoles, buenos laburantes, pero se fueron jubilando y los únicos reemplazos que había eran extranjeros. Paraguayos, bolivianos, peruanos. No se podía trabajar, siempre pasaba algo, uno no venía porque se había lastimado una pierna jugando al fútbol, otro porque chupaba, por esto, por lo otro, nunca tenía a toda la gente. Y en la línea de fabricación, si uno falta los demás no pueden laburar, por la secuencia del trabajo, ¿viste? Así que tenía que andar yo como loco de aquí para allá, de máquina en máquina. Un día me agarró un patatús al bobo que el médico me dijo que estaba con mucho estrés. Así que liquidamos todo con mi hermano. La mayor parte de la guita que sacamos la pusimos en ladrillos. Ahora con el taxi estoy más tranquilo."La conversión de la patria productiva en patria rentista.
Fabricantes en propietarios de deptos.
Pequeños empresarios en tacheros.
Y veinticinco puestos de trabajo liquidados, a los que hoy les debemos estar pagando el plan, la asignación universal, el fóbal para todos y todas y demás etcéteras.
Pero todos sabemos que estas son boludeces. El peligro real es que vengan lo shanqui o lo chino y nos compren unos campos y se los quieran llevar para allá.
Kind of OT, pero el último párrafo me recordó el cuento del paisano que tenía un perro que se la pasaba haciéndole pozos en el campo. Un vecino lo ve y le dice "Amigo, el perro le va a arruinar el campo con tanto pozo".
ReplyDeleteEl paisano replica "No se preocupe, que debajo de este campo tengo otro".
JL, y encima de todo hay cualquier cantidad de pajaritos que pretenden vendértelo como el camino para salir del círculo vicioso de la pobreza y del atraso.
ReplyDeleteComo decía mi amigo, que las villas cada vez más grandes son un indicador del éxito del modelo, ya que gente de sectores rurales va a las prósperas ciudades a mejorar su situación.
ReplyDeleteCada uno come el dogui que quiere.
Mike, ja, no conocía el chiste ese. Disculpe, no le pesqué lo de "OT".
JL
Creeme que fue el mismo tachero que me llevó hace un par de años atrás, me contó la historia tal cual.
ReplyDelete...'fetivamente...el peligro es que los chaina y los yankees se compren nuestras tierras, porque ya no les alcanza con nuestras riquezas (TM). Les dejo un cuento de Wimpi, de "Los Cuentos de Don Claudio Machín", ¡difrutelón!
ReplyDeleteCuando Florentino Ureta se enteró e’que Lirio Peláez vendía el campo, jué a ver. Y cerraron trato. Al día siguiente, manda Florentino a Eufemio Pampín, en un carro, a buscarlo. Llega Eufemio con los peones, corta el alambrado y empieza a cavar y a cargar. Pero en cuanto Lirio Peláez lo vio desde las casas, se puso a gritar: - ¡No caven el campo, canejo, que lo compró don Ureta, ¡cómo! Y le contestó Pampín: - Él nos manda a buscarlo; lo quiere poner al lao del que tiene en Cerro Chato.
- Pero van a dejar un bruto pozo.
- Dice que con el pozo quede usted nomás, que él necesita el campo solo.
Estuvieron tres días acarreándolo.
Cómo, ¿perdió la fábrica y la culpa no es de Menem o del "neoliberalismo"?
ReplyDeleteAhí hay algo que no cierra.
JL, como escribiste tu ultima frase no se si entendiste lo de OT... es "off-topic".
ReplyDeleteLa radio esta buenisima (y el post tambien).
Abrazo.
Francisco, la ciudad está llena de esas casualidades. No dejan de ser increíbles.
ReplyDeleteNico, es tal cual. Se nos quieren a llevar la patagonia para ponerla en el Océano Índico. Menos mal que tenemos los gobernantes que tenemos.
Néstor, que la culpa es de Menem va sin decirlo. Todo lo malo que pase es culpa del neoliberalismo, o cualquier cosa que demos en llamar neoliberalismo, así sea lo de Menem.
Massa, no era Old Testament entonces. Muchas gracias por la aclaración y por el elogio. No merezco.
JL
La culpa es de los inmigrantes jaja, qué raro, en Bolivia laburaban como perros cuando tuve la oportunidad de trabajar allá, por 2 pesos, y sin chistar, es cierto que uno era borracho y putañero.
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