Esta vez fue más grave, ya que "activistas que cuidan a las Madres" se tomaron a golpes y empujones con los obreros. Se llegó a tal nivel que hubo un hecho que pocos repararon.
Hebe de Bonafini tuvo que recurrir a la Guardia de Infantería de la PFA. Sí, después de 30 años de insultos permanentes a la Policía, nunca comulgaron ni un cambio de miradas, ahora la tuvieron que llamar para que "pretejieran" la ronda semanal.
A su vez, en su discurso semanal frente a Casa de Gobierno y al pie del Monumento al Gral. Manuel Belgrano, reconoció que tuvo que pedir ayuda a la Policía. “Quien iba a pensar que llegaría el día de pedir ayuda a la Policía”. Sin palabras.
El Gran Alberto
Tendrían que haberla ignorado... pero ni para eso sirven.
ReplyDeleteRepresion de la buena.
ReplyDeleteCómo... ¿no era que a "las Madres de la Plaza el Pueblo las abraza"???
ReplyDeleteMadres de la Plaza
ReplyDeleteTe construyen tu casa
pero en vez de argamasa
usan algodón y gasa.
(no es muy bueno pero lo improvisé al estilo payada, sepan disculpar)
esta señora además de ser una enemiga confesa del sistema democrático, por dedicarse al negocio de la construcción se convirtió en aquello que más odiaba: Es una cerda capitalista que negrea a sus empleados.
ReplyDeleteProbablemente los enemigos del capitalismo cuando se dedican a los negocios lo hacen siguiendo los lineamientos de todos los prejuicios que durante tantos años hicieron fermentar.