Caninos

Una broma sobre vegetarianos motivó la justa reacción de un lector vegetariano defendiendo su derecho a la opción alimenticia de su preferencia. Hasta ahí le cabe toda la razón del mundo y nadie de este blog liberal pondría jamás en duda ese derecho. Lo que provocó mi comentario algo irónico no fue el ejercicio de su derecho sino algunas de las palabras que eligió como "cadáveres animales", "sufrimiento y dolor", etc., de las cuales parecía surgir una especie de condena moral a los que comemos de todo y, por tanto, se metió con mi derecho a elegir. Por ello le contesté con mi pluma ácida que reservo para los que me quieren decir cómo debo vivir en cuestiones que no les afecta directamente.

Las opiniones son opinables, pero decir que los seres humanos, vegetarianos o no, carecemos de dientes caninos es un error de formación en materia de anatomía equivalente a decir que no tenemos huesos llamados estribo, martillo y yunque. También es un grueso error decir que los humanos no podemos desgarrar carne cruda, y esto lo sabe cualquier persona que haya hecho un curso de comando, vivido una situación de supervivencia o que haya visto Discovery Channel. Precisamente los caninos humanos tienen la función de desgarrar carne, para eso están, y hasta podemos arrancar pedazos de carne con la potencia de la mordida, como se han cansado de narrar en las guerras los que han protagonizados combates cuerpo a cuerpo.

Antes de la llegada del hombre blanco con su tecnología, los inuits de Groenlandia usaban sus dientes para morder las pieles de lobo marino hasta ablandarlas lo suficiente para poder cortar tiras de cuero para distintos usos. Cuando el desgaste de la dentadura impedía que los ancianos pudieran hacer esta tarea, y por lo tanto eran una carga inútil que alimentar, los viejos sabían que debían irse lejos a morir para que su familia pudiera vivir.

La foto de abajo es la de un babuino y podrán ver que tiene grandes caninos dado que es omnívoro, pero el tamaño de sus dientes es una adaptación al ambiente en el que vive porque los usa para defenderse de sus enemigos. Sus dientes son más grandes que los del leopardo y los usan con eficacia en el ataque y la defensa.

Como recordarán algunos, viví un tiempo en Zimbabwe y ahí aprendí cosas que no había notado. Los mamíferos africanos son, básicamente, cazadores o presas, los últimos son generalmente herbívoros aunque, como sabemos, algunos carnívoros son presas de animales mayores.

Lo que observé en mis viajes al bush (no George, el otro) es que las presas herbívoras pueden excretar sus deposiciones (estoy muy educado hoy) mientras caminan o, incluso, corriendo o huyendo. En cambio, los carnívoros necesitan estar quietos y adoptar una posición determinada en tanto que mueven su cabeza hacia los lados mirando ansiosamente, no por pudorosos, sino porque saben que están más vulnerables. (No necesito explicar que no me dediqué solamente a ver a los animales "ir de cuerpo", también observé la vida sexual del pangolin y del puerco espín, lo hacen con mucho cuidado...)

La dieta diferente es una explicación de estas distintas conductas, pero también es una adaptación al medio y está destinada a la supervivencia de la especie. No les recomiendo estar cerca de un elefante cuando come (no recomiendo estar cerca, en realidad) ya que se alimenta con más de 100 Kilos diarios de pasto, frutos y hojas y esto les produce gases, muchos gases. Y como son elefantes ni se calientan de quién puede estar cerca, total con ese tamaño quién se va a quejar.

Para evitar cualquier confusión involuntaria que pueda afectar la sensibilidad de alguien, aclaro que de lo anteriormente dicho NO SURGE que los humanos vegetarianos excreten mientras caminan o corran (de los gases, me abstengo de generalizar) y si Ud., amigo omnívoro, mira ansiosamente hacia los lados cuando está sentado en el water, ¡VAYA AL PSIQUIATRA!