Casos como este son interesantes porque se puede observar el “grado cero” de una cosa. Algo así como el punto cuasi exacto en que la estupidez se convierte en maldad, por ejemplo, como cuando el agua en hielo o vapor.
En este caso uno no sabe si son tan pelotudos que terminan siendo hijos de puta o son tan hijos de puta que terminan siendo pelotudos.
Quien no les crea la postura, el discurso y se fije en los logros reales y efectivos de los integrantes del diccionario, sabe que está tratando con manipuladores y engañadores de primera categoría mundial, sino planetaria o intergaláctica –no podemos comprobar estas últimas, pero yo no las descartaría.
Esto es lo que hace la progresía: nominalismo y/o neo-lengua –según el enfoque desde el que se lo mire.
El nominalismo consiste en inventar un término para recubrir un fenómeno real dándole un carácter ideológico favorable a quien enuncia el discurso.
La neo lengua es el discurso nominalista del Estado. Proviene de “1984” la novela de G. Orwell. Es la voz del amo contra toda lógica o evidencia real, la que dice “2+2=5” y todos repiten, unos por creyentes, otros bajo tortura.
La omisión, el cambio o la suplantación de palabras hechas por Zapatero o Rubalcaba –participante del diccionario. Zapatero pronunció un discurso de seis minutos para las tropas españolas en Afganistán dónde aparecía veinte veces la palabra “paz”, o explicó la participación de las fuerzas armadas españolas en Libia sin mencionar la palabra “guerra” en decenas de oportunidades.
Es el “relato” kirchnerista en su pretensión totalizante.
Más comúnmente en la vida cotidiana lo vemos en la suplantación de palabras por otras menos ofensivas o que no conlleven desprecio, desde el cambio de inválidos, minusválidos por “personas con capacidades diferentes”; hasta las expresiones “políticamente correctas”, “afroamericano” por “negro”, que se pretenden moralizadoras y descalificadoras de quien no las utiliza.
En el caso de este diccionario es muy clara la intención de describir el mundo, no como es, sino a la medida de cómo el imaginario progresista desea ingenierarlo socialmente. No importa cómo es la realidad, sino como yo puedo imaginarla, discursearla interna o externamente para mi conveniencia imaginaria y/o para manipular a los otros.
Muchas de las expresiones descriptas por la nota son incongruentes desde el punto de vista de la lógica extensiva, cuando no manipuladoras de las evidencias o simple y bestialmente incorrectas.
Vamos a ellas:
1) “El cambio climático”. Si hay algo que no podía faltar en un diccionario progre es el caballito de batalla del supuesto mal que supuestamente afecta a todo el mundo por el supuesto capitalismo.
Que todo este asunto del “cambio climático “se halla develado como una farsa poco importa a los creyentes progres de la neoreligión ecológica.
2) La “igualdad entre los sexos” y la “igualdad de la mujer”.
Los dos sexos anatómicos del ser humano, no son iguales. Punto. Puede ser que ambos sexos o que, más correctamente, las personas sin distinción de sexos sean iguales ante la Ley. Pero eso no hace que el hombre y la mujer sean iguales sexualmente, ni anatómicamente, ni absolutamente.
3) No es cierto que el Estado permita “la universalización de los derechos de los individuos, más allá de su poder relativo". El Estado no puede hacer nada más allá de su poder, relativo o más o menos absoluto. Pero, lo más importante, los derechos de los individuos son universales y pre-existentes al Estado. El Estado no da derechos, salvo en una lógica estatal despótica. La que desgraciadamente está establecida, tomada por normal, y de la cuál provienen y se aprovechan los sujetos participantes en este esperpento.
4) "¿Cuál es la diferencia entre un terrorista y una persona que lucha por la libertad? Eso depende desde dónde se lo mire".
Relativismo moral de la peor especie. Lo único absoluto que hay para estos tipos es el relativismo multicultural. Son incapaces de referirse a algún valor universal común a todos los seres humanos, para estos sujetos sólo hay “culturas” con pensamientos culturales culturalmente “relativos”.
Por otra parte es ilógico el planteo de la diferencia entre “un terrorista y una persona que lucha por la libertad”, porque son términos que hacen a conceptos distintos. Una cosa es “por qué” lucha una persona y otra “cómo” lo hace.
Una persona puede ser un luchador por la libertad y su lucha hacerse o no al modo terrorista. Y también una persona puede ser un terrorista sin estar luchando por la libertad.
Es una operación ideológica de encubrimiento, de falseamiento del planteo terriblemente canallesco, que confunde, al fundir en una misma expresión “terrorista” con “luchador por la libertad”. Lleva a que se piense que o que todo luchador por la libertad es un terrorista y, como falsa conclusión, se pueda sostener la inversión de los términos: que “todo terrorista es un luchador por la libertad”. Es la construcción retórica del texto lo que posibilita esta perversión de la lógica.
5) Con respecto a la intervención del presidente del Partido Socialista Europeo, Poul Nyrup Rasmussen, en cuanto a que " la gente que debe ser suficientemente consciente de su buena suerte y estar contenta de pagar más de un 40% de impuestos. (…) lo bastante satisfecha con mantener lo mismo mes tras mes.".
Sería cuestión de preguntarle a la gente decente y consciente en qué lógica cabe que alguien esté contento de que se les sustraigan sus beneficios para que otra persona decida qué y cómo se va a hacer con ellos. Que a un individuo normal se le saque algo beneficioso que consiguió con su esfuerzo no es algo que lo ponga contento. Seguramente pone contento a quien se da el gusto de administrar ese beneficio y a quien lo recibe del generoso benefactor que lo ha conseguido a la fuerza, pero no a quien ha sido privado de ello.
En fin: Una entrada digna del término “socialismo”: sacarle a los que producen a través de la casta política para darle a otro.
El autor intenta convencer a quien le roban de que debe de estar contento por este hecho porque otra persona se benéfica con ello.
Supongo que la mayor parte de las entradas revisten el mismo grado de confusión intencional o burda de la lógica que estas.
Dan arcadas.
Don Freeman
El almácigo del que hablaba Tato...in progress...
ReplyDeleteOff topic pero relacionado en cierta forma... allá por mi rincón traduje y publiqué un artículo sobre los hipones de barricada de Nueva York que les va a encantar...
ReplyDeletehttp://labestiapolitica.blogspot.com/2011/10/he-descubierto-algo-nuevo-y-maravilloso.html
Salute!