El Opinador Compulsivo

Los argentinos son unos maestros consumados con muy pocos competidores a nivel internacional cuando se trata de pasarse por el perineo la ley, regulaciones, normas y contratos y todo lo que tenga que ver con la autoridad pública.

Todo argento que se precie de tal aprendió muy temprano en su vida que el estado/gobierno en sus tres niveles lo va a defecar como palo de gallinero en el 90% de los casos y que los funcionarios sólo sirven para coimear.

Creo que los ejemplos están a la vista y son de todos los días.

Alrededor del 40% de la actividad económica del país se lleva a cabo fuera del control del estado/gobierno, lo mismo va para la mitad del empleo, y la evasión impositiva y previsional es récord.

Es decir, en los hechos, los argentinos hacen todo lo posible para huir despavoridos del poder del estado.

¿Cómo se explica entonces que desde hace unos 8 años vengan votando a favor de todo lo que tenga que ver con mayor estado/gobierno y vivir bajo la tutela de un funcionario?

Es como que un señor que se escapó de Cuba tirándose al mar en una llanta de camión vote al Partido Comunista de EE.UU. en cuanto se vuelve ciudadano de ese país.