Estamos hablando de una de las cuatro o cinco aerolíneas propiedad del estado/gobierno argentino. Y tiene un déficit de unos dos millones de dólares por día con un servicio pésimo, con vuelos cancelados, demoras y un absoluto desprecio por sus clientes (que, desde su estatización, fueron rebajados a la categoría de usuarios).
¿Ustedes tienen idea de lo que le cuesta a los contribuyentes argentinos generar 700 millones de dólares, de todo lo que podrían hacer con esa plata si el gobierno no se la confiscara para dilapidarla alegremente en prebendas para parientes, amigos y conocidos?
¿Estas cosas no califican de estatismo salvaje?
Pero don Louis, me extraña. En países como éste (y por desgracia, en otros no tan contaminados por el "progresismo"), "estatismo salvaje" es un oximoron. Si es estatismo, no puede ser salvaje. Ahora, si es salvaje, con seguridad Odol que es neoliberalismo imperialista.
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