Medio siglo ante de Cristo, vayuno a saber si realmente lo dijo, pero si no lo hizo merecería haberlo hecho:
El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado.
(Recibido por mail, ¿lo colgamos ya?)
Les llevó más de 400 años no darse cuenta de esto y del pequeño temita de la inflación Hay estudios sobre el fenomeno de la inflación en el Imperio Romano. Por cierto: Al susodicho no lo derribaron los bárbaros desde afuera, cayó desde adentro por sus propios desmanes -como los descriptos por Cicerón.
ReplyDeleteAsí terminaron.
Leí bastante sobre Cicerón. Recomiendo un libro EXCELENTE y entretenidísimo: La columna de hierro, de Taylor Caldwell. Y este otro también, tan bueno como el anterior: Imperium, de Robert Harris. EX-TRA-OR-DI-NA-RIO. De este libro hay una frase fabulosa, también atribuida a Cicerón: "Si quieres hacerte popular, asalta una oficina de impuestos".
ReplyDeleteMás allá de su aporte al pensamiento occidental, a la oratoria y a la filosofía, Cicerón fue un hombre, como buen romano, eminentemente práctico. Dedicó su vida a la actuación pública (cursus honorum): fue edil, pretor y cónsul. Hizo equilibrio entre César, Catilina, Pompeyo y, luego, Octavio (futuro emperador Augusto), es decir, le tocó jugar con unos nenes que te la regalo...
No me extrañaría nada que esa frase fuese real, ya que el tipo administró Roma, actuó en la vida real y no sólo en el plano "intelectual" tal cual lo entendemos ahora.
Un grande en serio, Marco Tulio.
Lei Imperium de un saque. Espectacular. Me voy a agregar el otro que mencionas a mi lista de lectura. Gracias!
ReplyDeleteMassa: es excelente en serio. Te va a asustar lo extenso, pero se lee de una, es adictivo. Hay frases que no te va a quedar más remedio que subrayar.
ReplyDeleteAbrazo. Nico
Què modernos, los antiguos...
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